¿Qué es una Esfera de Dyson? Es una megaestructura hipotética propuesta por el físico Freeman Dyson en 1960 y el informe científico publicado en la revista «Search for artificial stellar sources of infra-red radiation» (Búsqueda de fuentes estelares artificiales de radiación infrarroja). La esfera de Dyson sería una cubierta colosal alrededor de una estrella, con un radio equivalente a la órbita de un planeta, que permitiría a una civilización avanzada aprovechar al máximo la energía lumínica y térmica de la estrella.
Obviamente, construir un artefacto como tal alrededor de una estrella requeriría un esfuerzo, costos y una cantidad de material que resultan (por ahora) «casi imposibles» para la civilización humana, pero que una civilización extraterrestre avanzada podría ya haber resuelto o logrado.
Esfera de Dyson e Inmortalidad Humana
Entonces, ¿Qué relación existe entre una Esfera de Dyson y conseguir la Inmortalidad Humana? Según informa el sitio web Nerdist, el «extensionista de vida» ruso Alexey Turchin experimentó de primera mano la pérdida de un compañero de clase cuando era joven. Desde entonces, ha tenido la misión de descubrir cómo hacer que los humanos, como los dioses griegos, sean inmortales.
Ahora, la última versión de «roadmap to immortality» (hoja de ruta hacia la inmortalidad) del transhumanista implica, por supuesto, una verdadera combinación de ciencia ficción de Inteligencia Artificial superinteligente, simulaciones del universo y esferas de Dyson.
Roadmap to immortality es un proyecto que tiene el objetivo de stematizar y avanzar en el conocimiento sobre los temas más importantes que enfrenta la humanidad: prevenir la muerte y los riesgos globales.
Crédito: Alexey Turchin
Turchin y su compañero transhumanista Maxim Chernyakov esbozaron varios caminos futuros hacia la inmortalidad en un artículo que publicaron ellos mismos recientemente. El documento, que llega a través de Popular Mechanics, se titula «Classification of Approaches to Technological Resurrection» (o Clasificación de enfoques de la resurrección tecnológica) y ofrece varias formas en que las personas podrían teóricamente no solo desafiar a la muerte, sino más fantásticamente, regresar de entre los muertos.
Los autores escribieron:
“La muerte parece ser un evento permanente, pero no hay pruebas reales de su irreversibilidad. Si bien ningún método es posible actualmente, muchos … pueden volverse factibles con el desarrollo tecnológico futuro”.
TAMBIÉN PODRÍA INTERESARTE: Freeman Dyson, el hombre que sabía dónde encontrar alienígenas
Cómo funciona
Los autores exploran formas tanto convencionales como especulativas de hacer que la humanidad sea inmortal, desde la criogenia (¿congelar cerebros?) hasta cargar nuestros cerebros en la nube y, finalmente, volver a los cuerpos clon.
Aparte del enfoque criogénico, Turchin y Chernyakov dicen que la «IA fuerte» será esencial para la vida después de la muerte. (Es decir, estar vivo en esta vida después de la muerte. Lo que sea «esta vida»). La forma superinteligente de IA, que muy bien podría surgir en nuestra vida, sería fundamental para, digamos, subir la conciencia de las personas a la nube y luego ejecutándolos en universos simulados; como en el episodio de Black Mirror, «San Junipero».
Representación de una Esfera de Dyson. (Public domain)
Pero las demandas de energía necesarias para ese tipo de IA, dicen los autores, serían gigantescas. Ahí es donde entrarían las esferas de Dyson, paneles solares en forma de caparazón que abarcan estrellas y absorben su energía.
Las esferas, teorizadas por el físico teórico Freeman Dyson, podrían tener múltiples variantes. Y aunque es probable que la humanidad no construya ninguna en nuestras vidas, si la IA superinteligente se conecta de todos modos, probablemente podría manejar la tarea sin problemas.
Una vez que la IA crea su copia digital precisa, todo es posible, incluso la restauración a la vida biológica, dice Turchin. La IA buscará tenazmente su ADN, y podrá crear un clon de su cuerpo físico, en el que su copia digital encontrará su templo. No hay forma de que la producción de energía de la Tierra pueda proporcionarnos los recursos computacionales para este esfuerzo. Necesitamos el sol. Mejor aún, necesitamos una esfera de Dyson alrededor del sol.
La investigación puede ser leída en Philpapers.
0 comentarios