Un equipo de científicos ha brindado una nueva explicación para los cráteres en Siberia que son conocidos por haber explotado y aparecido de la noche a la mañana. Aunque anteriormente se creía que el gas atrapado y el cambio climático eran los causantes, ahora una nueva teoría sugiere que podría estar en juego una fuerza geológica más profunda.
Desde el año 2012, se han formado al menos ocho “cráteres de emisión de gases” (GEC, por sus siglas en inglés) circulares en las penínsulas rusas de Yamal y Gydan. Quizás haya muchos más por ahí sin descubrir, aunque tienden a dar a conocer su presencia creando una gran explosión durante su creación.
Algunos de los GEC más gruesos tienen más de 20 metros de ancho y alcanzan profundidades de 50 metros.
Teorías anteriores
Cabe decir que las teorías más fantásticas han sugerido que fueron causados por meteoritos o incluso por extraterrestres.
La explicación científica estándar de los cráteres siberianos es que son el resultado de un lago prehistórico enterrado debajo de una capa de permafrost. El material orgánico quedó atrapado debajo de la superficie donde fue descompuesto por microbios, generando montones de gas metano como subproducto.
Cráter visto desde el aire por el equipo de la estación de televisión con sede en Yamal. Fotografía de julio de 2020. Crédito: Vesti Yamal.
La capa de permafrost mantuvo a raya el drama subterráneo, pero luego llegó el cambio climático. Las temperaturas medias de verano en esta parte de Siberia han aumentado hasta 2.5°C (4,5°F) en los últimos siglos, cifra incluso mayor que el aumento de temperaturas observado en todo el mundo en los últimos años.
El calor aumenta la velocidad de descomposición debajo de la superficie y además derrite el “techo” del permafrost. La presión aumenta gradualmente como una botella de refresco agitada con una tapa debilitada. Al final: ¡boom! El permafrost se degrada tanto que el gas se escapa rápidamente y crea un enorme cráter.
Una nueva teoría
Es una teoría lógica, pero investigadores de la Universidad de Oslo sostienen que esta explicación no responde por qué sólo se encuentran en un determinado rincón de Rusia.
Cráter en Siberia. Crédito de imagen: siberiantimes.com
En lugar del modelo aceptado, el equipo de científicos noruegos cree que las explosiones son el resultado del calor y el gas que se originan en las profundidades de la superficie de la Tierra. La composición geológica de la región significa que se permite que el gas caliente se filtre a través de fallas geológicas hasta la superficie cercana, justo debajo de la capa de permafrost.
Sin embargo, la crisis climática todavía juega un papel en esta teoría. Tal como sugiere la teoría anterior, el permafrost en la superficie se ha ido degradando debido al cambio climático, debilitando la “capa” que anteriormente retenía el gas caliente. El resultado final es el mismo: ¡boom!
Los autores del estudio escribieron:
“Nuestro modelo sugiere que los GEC se forman por encima de los conductos locales de calor y gas, donde el permafrost es más delgado.
Los procesos extra e intrapermafrost contribuyen a la acumulación de presión, mientras que el cambio climático exacerba la degradación del permafrost, lo que lleva a la profundización de las zonas de deshielo y a un mayor número de lagos termokarst”.
Sin embargo, ésta es sólo una posible explicación. Para probar su hipótesis, los investigadores piden estudios detallados del área para examinar el espesor del permafrost y la geología interna.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en el servidor de preimpresión EarthArXiv.
Fuente: EarthArXiv
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