Por primera vez, los investigadores han encontrado pruebas de que los ecosistemas submarinos tienen polinizadores que realizan la misma tarea que las abejas en tierra.
Al igual que sus primas terrestres, las plantas bajo el mar arrojan polen para reproducirse. Hasta ahora, los biólogos suponían que las plantas marinas dependían sólo del agua para extender sus genes a lo largo y ancho. Pero el descubrimiento de las «abejas del mar» que llevan el polen ha cambiado todo eso.
A lo largo de varios años, entre 2009 y 2012, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México filmaron los paseos nocturnos de crustáceos entre los lechos de turtle seagrass (hierbas marina tortuga), Thalassia testudinum.
Mirando a través de los vídeos, descubrieron más invertebrados que visitaban las flores llevando polen a las que carecían de esto, al igual que las abejas que se ciernen alrededor de plantas productoras de polen en tierra.
«Vimos a todos estos animales entrando, y luego vimos a algunos de ellos llevando polen», dijo la investigadora principal Brigitta van Tussenbroek a New Scientist.
El concepto era tan nuevo, que inventaron un nuevo término para describirlo: «zoobenthophilous pollination» o en español «polinización zoobenthophilous». Antes de eso, los investigadores nunca habían predicho que los animales estaban involucrados en la polinización de plantas marinas.
Preguntándose si los invertebrados estaban polinizando los pastos marinos, o simplemente alimentándose de él, van Tussenbroek y su equipo agregaron una variedad de diminutos crustáceos a un acuario de tortuga.
En minutos, el polen había aparecido en las flores femeninas. El mensaje era claro: pequeños crustáceos llevaban el polen de flor en flor, ayudando a fertilizarlos. En la naturaleza, se creen que esto además de la polinización, sucede a través de corrientes de agua.
Entonces, ¿qué está pasando aquí? Es probable que los animales se sientan atraídos por el polen pegajoso hecho por las flores masculinas de la hierba marina, en lugar de tener cualquier incentivo caritativo. Mientras absorben su comida, el polen se aferra a los cuerpos de los crustáceos, donde se transfiere a otras flores cuando se siguen alimentando, al igual que las abejas.
Hasta ahora, los investigadores sólo han demostrado esta relación con la turtle-grass (hierba tortuga), que tienen grandes flores. Todavía está por ver si las otras 60 especies de pastos marinos dependen también de las «abejas del mar» para llevar su polen.
Kelly Darnell, del grupo de investigación sin fines de lucro The Water Institute of the Gulf, dijo a New Scientist:
«Que pueda ocurrir la polinización por animales agrega un nuevo nivel de complejidad al sistema y describe una interacción planta-animal muy interesante que realmente no se ha descrito antes.»
No es ningún secreto que los prados costeros de algas marinas son ecosistemas inmensamente importantes. No sólo apoyan diversas comunidades de animales, desde diminutos crustáceos hasta grandes mamíferos marinos como el dugong de cara dorada, sus raíces también se aferran a los sedimentos y evitan la erosión.
Dado que se necesitan dos hectáreas de bosque tropical para que coincida con el carbono contenido en una sola hectárea de pastos marinos, los ecologistas están reconociendo la importancia de sus reservas de «carbono azul».
Desafortunadamente, ocultos bajo las olas, nuestros ecosistemas azules son a menudo pasados por alto. Saber cómo las comunidades de plantas y animales interactúan en nuestros ambientes costeros será importante si queremos tener una buena oportunidad para protegerlos.
Esta investigación fue publicada recientemente en la revista Nature Communications.
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