Un equipo de investigadores chinos han creado un robot «Terminator» de la vida real que tiene la capacidad de cambiar de forma y repararse cuando está dañado, abriendo la puerta a «robots de metal líquido» que podrían dar lugar a androides «poderosos».
Investigadores en China han desarrollado un prototipo del tamaño de una palma inspirado en el robot T-1000 de la franquicia de ciencia ficción, «Terminator», aunque mucho menos siniestro.
El pequeño robot que cambia de forma podría usarse para acceder a entornos que serían difíciles de navegar para un humano o un robot de forma fija, como las zonas de desastre.
El prototipo, creado por un equipo de la University of Science and Technology of China y la University of Wollongong en Australia, está compuesto por una pequeña rueda de plástico, una batería de litio y gotas de galio, un metal plateado suave, según se informó en el medio South China Morning Post.
Según los investigadores, las aleaciones de metales líquidos son especialmente adecuadas para robots blandos debido a su alta conductividad, tensión de superficie controlable y flexibilidad.
Esto podría resultar útil para una amplia gama de aplicaciones, desde militares hasta médicas.
Los investigadores dijeron que, por ejemplo, podrían usar estos pequeños robots para administrar medicamentos a través del cuerpo y atacar directamente las células tumorales.
Tang Shiyang, de la University of Wollongong, dijo a South China Morning Post:
En el futuro, esperamos desarrollar robots blandos que incorporen metal líquido que puedan usarse en misiones especiales como la búsqueda y rescate de víctimas del terremoto, ya que pueden cambiar de forma para deslizarse debajo de las puertas o atravesar espacios que los humanos no pueden obtener.
Creemos que las aleaciones de metal líquido podrían ayudar con el desarrollo de robots de autoconfiguración que pueden cambiar su forma”.
Los científicos ahora planean crear un robot similar al BB-8 de Star Wars.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Advanced Materials.
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