Por primera vez, los científicos han logrado identificar lo que ellos creen que son los bloques de construcción de la memoria – específicamente, las neuronas que manejan la información relacionada con el dónde estamos y dónde hemos viajado en el pasado.
Mediante la iluminación de estos bloques de construcción en los cerebros de los ratones, era de esperar que podamos aprender más sobre la forma en que los recuerdos se forman en nuestro propio cerebro, dicen los investigadores detrás del experimento.
Un equipo del Institut de Neurobiologie de la Méditerranée en Francia hizo el descubrimiento mediante la adición de una proteína fluorescente en las neuronas de cuatro ratones. Esta proteína particular se ilumina cuando los iones de calcio inundan la célula – una señal segura de que la neurona está trabajando.
Cuando los ratones corrían en una cinta, las neuronas se iluminaron y se convirtieron en un patrón secuencial, lo que sugiere que estaban haciendo un seguimiento de hasta que punto había funcionado.
Cuando los animales estaban en reposo, el «espectáculo de luz» también apareció, pero más rápidamente, y con las neuronas que se activaban en distintos «bloques» que parecían representar diferentes partes de la carrera.
«Hemos sido capaces de construir en una imagen los bloques de individuales de la memoria», dijo la líder del estudio, Rosa Cossart a la revista New Scientist.
Sin embargo, la controversia ha surgido, debido a que otros expertos han puesto en duda de que lo logrado en este estudio pueda ser evidencia suficiente para sugerir que estas neuronas son de hecho «bloques de construcción de la memoria».
Según Kamran Diba de la Universidad de Wisconsin, no hay ninguna razón por la que una experiencia continua, como la de los ratones que corrían en las cintas se pueda más adelante dividir en bloques de células.
«Las células actúan esencialmente en orden en toda la carrera, así que ¿por qué se descomponen en conjuntos discretos?» Le dijo a New Scientist.
Sin embargo, Diba admite que los nuevos experimentos son de interés real, y si realmente estamos viendo los patrones de gestión de la memoria a medida que ocurren, esto podría aumentar nuestra comprensión de cómo funciona la memoria humana, así como la forma en que las enfermedades afectan a la memoria, como la enfermedad de Alzheimer.
Si bien, actualmente entendemos algunos detalles de cómo funciona la memoria en el cerebro (en ratones y ratas, por lo menos) – tales como el uso de algo que se llama «place cells» en el hipocampo dedicado a recordar el mundo que nos rodea – Lo que tenemos claro es el patrón en el que éstas células se disparan, y cómo son utilizadas por el cerebro.
La técnica de la proteína fluorescente utilizada por el equipo en el Institut de Neurobiologie del Mediterráneo podría resultar muy útil, ya que les permite hacer un seguimiento de más de 1.000 neuronas por ratón.
La memoria es una herramienta fundamental para los ratones y los seres humanos por igual, y la búsqueda para entender cómo funciona continuará.
No podemos olvidar la otra polémica que surge, y que reclama el no uso de animales en experimentos.
El estudio ha sido publicado en Science.
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