Los ráfagas de radio rápidas o «fast radio bursts» (FRB) son uno de los misterios más desconcertantes de nuestro Universo, y ahora los astrónomos pueden haber descubierto de dónde procede uno de los FRB más famosos y muy bien estudiados.
A este desconcertante y enigmática señal se le denominó FRB 121102, e hizo su primera aparición en noviembre de 2012; sin embargo a los investigadores les tomó algunos años antes de precisar su naturaleza inusual. La mayoría de las ráfagas de radio rápidas solo se producen una vez, lo que las hace imposibles de rastrear, pero la FRB 121102 continuará repitiéndose.
Esto brindó una oportunidad única. Las ráfagas de radio rápidas son señales de radio extremadamente potentes, que generan tanta energía como 500 millones de soles, pero también son extremadamente cortas y duran solo milisegundos.
Como la mayoría de ellas estalló una vez y nunca regresó, son imposibles de predecir e imposibles de rastrear. Esta es una de las razones principales por las que no sabemos qué los causa.
Sin embargo FRB 121102 ha demostrado ser diferente a otras, y podemos catalogarla como excepcional. En el mes marzo de 2016, un grupo de investigadores anunciaron que habían encontrado otras 10 explosiones ocurridas en la misma ubicación en los datos de archivo. Más tarde, en diciembre de 2016, se detectaron 6 explosiones de FRB 121102; luego otras 15 más en agosto de 2017.
Estas explosiones intermitentes ayudó a los investigadores a localizar su fuente: una región del universo destinada a la formación de estrellas en una galaxia enana a una distancia impresionante de más de 3 mil millones de años luz de la Tierra. Esto nos hace pensar en el incontable tiempo que tuvo que viajar esta señal en el espacio hasta llegar a nosotros.
Y así como llegó la señal, las benas noticias también lo hicieron. Ahora un grupo internacional de investigadores ha detallado con mayor precisión la ubicación desde donde proceden estas señales. Mediante el estudio de los datos de los radiotelescopios que recogen la señal, han logrado establecer que la fuente es una estrella de neutrones.
Es muy posible que, de tratarse de una estrella de neutrones, debe encontrarse en un entorno realmente inestable, quizá muy cerca de un agujero negro o en una nebulosa muy poderosa. Esto se puede saber porque la forma de la señal de radio se encuentra «retorcida».
El autor principal Daniele Michilli, de ASTRON, hizo las siguientes declaraciones vía email:
Las únicas fuentes conocidas en la Vía Láctea que se tuercen tanto como FRB 121102 están en el centro galáctico, que es una región dinámica cerca de un agujero negro masivo. Tal vez la FRB 121102 se encuentra en un entorno similar en su galaxia anfitriona. Sin embargo, la torsión de las ráfagas de radio también podría explicarse si la fuente se encuentra en una poderosa nebulosa o remanente de supernova”.
Esta nueva comprensión de la fuente proviene de la combinación de observaciones en el Observatorio de Arecibo y observaciones a frecuencias aún más altas del proyecto Breakthrough Listen en el Telescopio Green Bank.
«Las propiedades y formas de polarización de estas explosiones son similares a la emisión de radio de estrellas de neutrones jóvenes y energéticas en nuestra galaxia. Esto proporciona soporte a los modelos que las ráfagas de radio son producidas por una estrella de neutrones», agregó el coautor Andrew Seymour, del Observatorio de Arecibo.
Ahora, el equipo va a continuar observando y analizando el FRB 121102 con el propósito de determinar qué escenario es más probable, el agujero negro o la nebulosa altamente magnetizada.
Los investigadores han presentado sus hallazgos en la 231ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana, y el estudio científico ha sido publicado en la revista Nature.
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