Una araña atrapa luciérnagas macho en su tela y las manipula para que parpadeen como hembras, atrayendo a más machos a su trampa mortal.
Un único destello de una hembra suele ayudar a los machos de Abscondita terminalis a encontrarla entre las hierbas altas al atardecer. Los machos son más vistosos y emiten múltiples pulsos de luz para atraer a su pareja. Sin embargo, si quedan atrapados en la tela de una araña tejedora del orbe, los machos llamativos pueden convertirse en señuelos mortales.
Las arañas tejedoras de orbes parecen engañar a las luciérnagas macho para que parpadeen siguiendo un patrón más parecido al de las hembras, según informan los investigadores el 19 de agosto en Current Biology. Las luces parecidas a las de las hembras atraen a otros machos a la telaraña, lo que permite a los arácnidos abastecerse de comida.
Ximena Nelson, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Canterbury en Christchurch (Nueva Zelanda), dijo en un comunicado:
“Es un comportamiento genial”.
Las nuevas observaciones añaden una táctica de caza única a los repertorios de las arañas.
Ilustraciones de la araña hembra (Araneus ventricosus), la luciérnaga (Abscondita terminalis), señales de destellos bioluminiscentes y resultados de experimentos de campo. Crédito de imagen: Current Biology
El ecólogo conductista Daiqin Li, de la Universidad de Hubei, en Wuhan (China), y sus colegas instalaron cámaras en las telas de araña de las granjas cercanas para observar lo que ocurría con las luciérnagas atrapadas en ellas. El equipo colocó una luciérnaga directamente en las telarañas de las arañas tejedoras del orbe y la dejó o la sacó de su tela. Una vez iniciada cada prueba, los investigadores contaron cuántas luciérnagas más quedaban atrapadas en las telarañas cada pocos minutos.
En las telas de las arañas Araneus ventricosus, las luciérnagas cambiaron sus destellos. Pero en las telarañas de otras arañas, dice Li, no lo hicieron.
Era más probable que las luciérnagas macho quedaran atrapadas en las telarañas y cambiaran su patrón de destello cuando había una araña A. ventricosus tejedora del orbe cerca, en comparación con cuando no la había. También era menos probable que esas arañas capturaran más luciérnagas cuando Li y su equipo pintaban con tinta negra las linternas parpadeantes de los insectos, observó el equipo.
Los machos atrapados que habían sido mordidos y envueltos en la seda de una araña también dejaron de utilizar sus dos linternas (los machos tienen dos) para emitir luz. Al destellar sólo una linterna, las señales de los machos se volvieron más débiles, pulsos únicos de luz, pareciéndose mucho más al patrón de destellos de una hembra.
Los tejedores del orbe también trataron a las luciérnagas de forma diferente a las especies de escarabajos que no parpadean, dice Li. Mientras que las arañas envolvían a otros escarabajos en una gruesa capa de seda y empezaban a alimentarse casi de inmediato, las luciérnagas recibían un ligero envoltorio para que sus linternas siguieran siendo visibles y luego se almacenaban en la telaraña.
A medida que se atrapan más luciérnagas, dice Li, las arañas “repiten la secuencia para cada una de ellas y las dejan allí, simplemente parpadeando”.
El jurado aún no sabe cómo cambian exactamente las señales, dice Nelson. Li sospecha que la picadura o el veneno de la araña tienen algo que ver. Ahora planea poner a prueba esas ideas y buscar tejedores de orbes fuera del sudeste asiático que utilicen esta táctica.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Current Biology.
[FT: sciencenews]
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