Algo así como agujeros negros eructando inimaginables cantidades de energía; justamente eso fue lo que un grupo de científicos han logrado ver.
Mientras analizaban imágenes de la galaxia J1354, ubicada a 800 millones de años luz de distancia, los investigadores encontraron dos grandes nubes de partículas desprendidas de un agujero negro. Estas dos grandes cantidades de energía expulsada tienen una diferencia de 100.000 años, y son evidencia de una actividad sospechada hace mucho tiempo en los agujeros negros.
Los hallazgos realizados fueron presentados en la American Astronomical Society’s annual, realizada en Washington DC. y publicadas recientemente en The Astrophysical Journal.
Julie Comerford de la Universidad de Colorado, quien dirigió el estudio, dijo lo siguiente en un comunicado:
Estamos viendo el banquete, el eructo y la siesta, y luego el festejo y el eructo nuevamente, justamente lo que la teoría había predicho”
Aunque anteriormente ya se habían observado otros fenómenos similares en agujeros negros, esta fue una buena oportunidad para confirmar múltiples eructos. El descubrimiento es evidencia de que los agujeros negros pueden activar y desactivar sus expulsiones de energía más repetidamente.
Los investigadores se vieron sorprendidos por el eventos cósmico sucedido y registrado en sus observaciones, así lo comentó la autora del estudio y estudiante de doctorado de la Universidad de Colorado Boulder, Rebecca Nevin. «Esta galaxia realmente nos tomó por sorpresa», dijo Nevin.
Comerford agregó: «Afortunadamente, pudimos observar la galaxia J1354 en un momento en que podíamos ver claramente la evidencia de ambos eventos».
Ante la pregunta de por qué este agujero negro expulsó esta inmensa cantidad de energía «poco» tiempo después de haberse deleitado con una «buena cena», los científicos tienen una explicación. Señalan que es probable que se haya producido una colisión entre J1354 y una galaxia vecina. Cuando se juntaron, trozos de materia volaron hacia J1354, directamente hacia el codicioso agujero negro.
Este descubrimiento puede ser aprovechado para obtener conocimiento importante que también podría relacionarse a nuestra galaxia. Como informamos anteriormente, en el centro de nuestra galaxia existe un gigantesco agujero negro, que anteriormente también se dio un buen festín de energía para luego quedarse quieto y en una siesta de millones de años; sin embargo, y al igual que J1354, es posible que en un futuro vuelva a comer, eructar y dormir nuevamente.
El estudio científico ha sido publicado en The Astrophysical Journal.
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