Un misterioso y enorme agujero en el hielo de la Antártida que desconcertó a los científicos durante varias décadas, finalmente ha sido resuelto.
En el hielo invernal que cubre el mar de Weddell, cerca de un pico sumergido llamado Maud Rise, a veces se abre un enorme agujero que deja al descubierto las oscuras y frías aguas que hay debajo. Observado por primera vez en 1974, no aparece todos los años, lo que lleva a los científicos a preguntarse cuáles son las condiciones específicas necesarias para producirlo.
En los años transcurridos desde la reaparición del agujero en 2016 y 2017, se ha ido perfilando poco a poco una solución. Gracias a una combinación de imágenes por satélite, instrumentos autónomos flotantes, focas con sombreros y modelos computacionales, por fin se tienen las respuestas, que implican que el viento arrastre capas de agua para crear lo que se conoce como espiral de Ekman.
Enorme agujero en el hielo antártico. Misterio resuelto
Según el oceanógrafo Alberto Naveira Garabato, de la University of Southampton (Reino Unido), “El transporte de Ekman era el ingrediente esencial que faltaba para aumentar el equilibrio de sal y mantener la mezcla de sal y calor hacia el agua superficial”.
Los agujeros en el hielo marino antártico, conocidos como polinias, se ven con frecuencia cerca de la costa, utilizados como ventanas por mamíferos marinos como focas y ballenas para recuperar el aliento.
Más mar adentro, son mucho menos comunes. De hecho, el agujero recurrente conocido como la polinia de Maud Rise ha tenido a los científicos rascándose la cabeza desde que fue visto por primera vez en una imagen de satélite hace medio siglo.
En 1974, el agujero gigante era del tamaño de Nueva Zelanda. Volvió en 1975 y 1976, aunque después solo regresó breve y débilmente, hasta que los científicos sospecharon que podría haber desaparecido para siempre.
Luego, en 2016 y 2017, regresó con una venganza: un agujero en el hielo del tamaño de Maine.
Muchos factores contribuyeron a la formación del agujero
La polinia de Maud Rise de 2017 fue el mayor y más duradero ejemplo del fenómeno desde la década de 1970, así que los científicos se pusieron manos a la obra. Una recopilación de los datos, recogidos por las fuentes mencionadas, reveló que contribuyeron varios factores diferentes, y que todos tuvieron que alinearse de la manera correcta para producir la polinia.
Uno de los factores fue una corriente circular alrededor del mar de Weddell que resultó ser especialmente fuerte en 2016 y 2017, lo que provocó un afloramiento de agua cálida y especialmente salada.
Fabien Roquet, oceanógrafo de la University of Gothenburg, explicó:
“Este afloramiento ayuda a explicar cómo podría derretirse el hielo marino. Pero cuando el hielo marino se derrite, el agua superficial se refresca, lo que a su vez debería detener la mezcla. Por lo tanto, para que la polinia persista debe estar ocurriendo otro proceso. Debe haber un aporte adicional de sal desde algún lugar”.
La sal puede reducir considerablemente el punto de congelación del agua, por lo que si el agua de la polinia es especialmente salina, eso podría explicar la persistencia del agujero. Así que el equipo volvió a los datos, así como a los modelos computacionales del océano, para averiguar de dónde procedía la sal adicional.
Determinaron que los remolinos turbulentos generados cuando la corriente de Weddell fluye alrededor de Maud Rise transportan sal a la parte superior del monte submarino.
A partir de ahí, el transporte Ekman toma el relevo. Esto ocurre cuando el viento sopla sobre la superficie del océano, creando resistencia. El agua no sólo es arrastrada, sino que también es desviada hacia los lados como la estela de un barco, haciendo que el agua gire en espiral como un tornillo. A medida que la capa superior de agua se desplaza con el viento, el agua surge de debajo para reemplazarla.
En el caso de la polinia de Maud Rise, este afloramiento de agua trae consigo la acumulación de sal que flota alrededor de Maud Rise, impidiendo que el agujero se congele.
Podría servir para predecir lo que ocurrirá con el hielo antártico en el futuro
Esta clave puede ayudar a los científicos a predecir lo que va a ocurrir con el hielo marino antártico en el futuro, un asunto de gran preocupación para el clima mundial. Los climatólogos ya predicen que los vientos invernales de la Antártida van a ser más fuertes y frecuentes, lo que podría provocar la aparición de enormes polinias en los próximos años.
A su vez, esto podría tener implicaciones para los océanos del mundo.
Sarah Gille, climatóloga de la University of California San Diego, explicó:
“La huella de las polinias puede permanecer en el agua varios años después de su formación. Las aguas densas que se forman aquí pueden extenderse por el océano global”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Science Advances.
Fuente: eurekalert / scialert
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios