Un monumento prehistórico catalogado como “excepcional” ha sido descubierto por un equipo de arqueólogos en un complejo funerario de casi 3.000 años de antigüedad en España.
El antiguo monumento de piedra decorada, conocido como estela, fue desenterrado en la necrópolis de Las Capellanías, situada en la localidad de Cañaveral de León, en el suroeste de España.
El misterioso hallazgo es “muy raro” y “cambia ideas largamente sostenidas sobre la naturaleza de las élites sociales en el suroeste de Europa hace unos 3.000 años, así como el papel y la naturaleza de estos monumentos conmemorativos distintivos”, dijo en un comunicado Marta Díaz-Guardamino, una de las arqueólogas que participaron en el descubrimiento.
Las estelas son losas de piedra cuidadosamente moldeadas, hechas para colocarse verticalmente, que presentan decoraciones o inscripciones en una de sus caras.
Los arqueólogos han documentado diversas tradiciones de estelas decoradas en todo el mundo a lo largo de distintos periodos.
Otros monumentos similares han sido encontrados
Hasta la fecha, en la Península Ibérica se han encontrado alrededor de 300 de estos artefactos y monumentos similares, conocidos como estatuas-menhires. Esta franja de tierra, que forma la parte suroccidental de Europa, se divide hoy principalmente entre España y Portugal.
En el periodo comprendido entre el 1250 y el 700 a. C., la decoración de las estelas de la Iberia prehistórica se centraba en representaciones de personas que parecen haber estado relativamente estandarizadas. Este es el periodo en el que se construyeron Las Capellanías, uno que abarcaba la transición de la Edad del Bronce tardía y la Edad del Hierro temprana en esta región en particular.
Se cree que las estelas ibéricas de este periodo “eran monumentos hechos para conmemorar a personajes importantes de la comunidad”, explica Díaz-Guardamino, que trabaja en la Universidad de Durham (Reino Unido).
Hasta ahora, los arqueólogos habían identificado dos tipos principales de figuras representadas en las estelas ibéricas de este periodo. La primera es la figura del “guerrero”, que se creía que representaba a individuos masculinos porque mostraba armamento, aunque sólo un pequeño puñado mostraba rasgos corporales masculinos.
El otro tipo es el de las figuras con tocado, a menudo con collares. Se solía interpretar que se trataba de individuos femeninos, aunque sólo un puñado incluía representaciones de rasgos físicos femeninos.
Pero a pesar de una larga historia de investigación que comenzó hace más de 120 años, se sabe muy poco sobre los contextos de uso de las estelas y estatuas-menhires prehistóricas en Iberia.
Díaz-Guardamino afirma:
“En general, el significado y la función de las estelas y estatuas-menhires de Iberia han sido muy difíciles de discernir y objeto de acalorados debates entre los arqueólogos”.
La última estela descubierta en la región fue hallada por el equipo de Díaz-Guardamino en Las Capellanías en septiembre. Estaba colocada sobre una estructura circular de incineración a la que, al parecer, estaba asociada. Es la tercera estela que se descubre en el yacimiento -la primera se halló en 2018 durante las obras de arreglo de un camino rural que ahora se sabe que atraviesa la necrópolis-.
Díaz-Guardamino y sus colegas iniciaron los trabajos de campo en el yacimiento el año pasado para comprobar si esta primera estela procedía del yacimiento o había sido traída de otro lugar. Este trabajo demostró la presencia de un complejo funerario en el yacimiento y que la estela original probablemente procedía de allí. Posteriormente, el equipo encontró una segunda estela en el yacimiento.
Díaz-Guardamino afirma:
“El hecho de que la tercera estela se encontrara en el contexto de un yacimiento funerario en el que se habían hallado otras dos estelas es único y excepcional.
Los contextos de uso de estos monumentos son totalmente desconocidos, por lo que es la primera vez que tenemos un contexto para interpretar cómo se utilizaban estos monumentos tan raros y su significado entre la sociedad de la Edad del Bronce Tardío y la Primera Edad del Hierro”.
El guerrero
Según Díaz-Guardamino, además de encontrarse en contexto, el arte de la estela cuestiona las interpretaciones tradicionales de los dos tipos principales de figuras (“guerrero” y “tocado”) que suelen encontrarse en este tipo de monumentos de este periodo de la historia ibérica.
Díaz-Guardamino dijo:
“La estela representa una figura humana con un tocado, un collar y dos espadas. La figura también tiene un rostro, manos y pies detallados, así como genitales masculinos. Así pues, la estela combina rasgos de los tipos tocado y guerrero. Como la nueva estela también incluye genitales masculinos, demuestra que estos roles sociales no estaban restringidos a un género específico, sino que podían asociarse a diferentes géneros.
Esta estela demuestra que estas interpretaciones anteriores eran simplistas y reflejaban más nuestras propias concepciones modernas del género que las de las sociedades prehistóricas”.
Según Díaz-Guardamino, las estelas decoradas fechadas entre 1250 y 700 a. C. ya son artefactos raros en Europa. Pero el último hallazgo es aún más notable, ya que representa la primera vez que se encuentra una estela que combina los rasgos de las figuras del guerrero y del tocado, por no mencionar el hecho de que se encontró en su contexto original.
Los investigadores creen que la necrópolis se utilizó desde aproximadamente el siglo IX hasta el VI a. C., pero esto debe confirmarse con técnicas de datación por radiocarbono.
Díaz-Guardamino agregó:
“En la necrópolis se han hallado varias tumbas que contenían incineraciones humanas y una serie de ajuares funerarios muy especiales.
Estas pruebas se están analizando actualmente, y esperamos que produzcan información detallada sobre la temporalidad de la necrópolis, la procedencia de los materiales y las personas enterradas en ella”.
Determinar la antigüedad de las estelas es una tarea especialmente difícil porque las tallas rupestres no pueden datarse científicamente, por no mencionar que estos monumentos pueden haber sido utilizados en múltiples ocasiones.
Sin embargo, diversos indicios -incluida la naturaleza de las decoraciones y, sobre todo, el contexto- sugieren que la última estela descubierta en Las Capellanías se fabricó y utilizó en algún momento entre los siglos IX y VII a. C. Esta fecha es preliminar y está sujeta a cambios en función de los resultados de las dataciones por radiocarbono realizadas en el yacimiento.
[H/T: elpais]
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