Un enorme megalito de piedra de Menga muestra el extraordinario ingenio y las habilidades de ingeniería de sus constructores prehistóricos, según informa un reciente estudio.

Los monumentos megalíticos del Neolítico, formados por grandes piedras y una arquitectura peculiar, han dejado perplejos a arqueólogos e investigadores durante mucho tiempo.

Dolmen de Menga

El dolmen de Menga, situado en la Península Ibérica, al sur de España, es una de esas maravillas antiguas. Se trata de una estructura maciza de aspecto misterioso construida con 32 piedras gigantes.

Dolmen de Menga en España. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Un equipo de expertos dirigido por José Antonio Lozano Rodríguez, del Canary Islands Oceanographic Center (COC), realizó un examen detallado para comprender cómo se creó este enorme monumento hace miles de años.

Rodríguez dijo en un comunicado:

“Inicialmente, lo que más despertó mi interés por el dolmen de Menga fue su monumentalidad. Entrar en su interior y contemplar un monumento tan colosal del Neolítico, despertó mi curiosidad por saber más sobre este dolmen”.

Este nuevo estudio propone que los constructores neolíticos de la Menga probablemente comprendían los principios básicos de la física y la geología.

Rodríguez agregó:

“Podemos decir que las sociedades neolíticas eran capaces de resolver problemas muy complejos”.

Comprensión de los principios científicos

El dolmen de Menga es un enorme túmulo funerario creado hace unos 5.700 años. En excavaciones anteriores se encontraron los restos de varios centenares de antiguos individuos. Ha sido aclamado como una de las estructuras más impresionantes del Neolítico.

Localización e interior del dolmen de Menga. Crédito de imagen: Lozano Rodríguez et al., Sci. Adv., 2024

Este yacimiento cuenta con dos formaciones naturales y cuatro megalitos, el mayor y más antiguo de los cuales se llama Menga. También tiene una enorme piedra de coronación que pesa hasta 1.140 toneladas. Toda la construcción está sostenida por grandes pilares.

El equipo examinó cada elemento y dedujo la posible ciencia subyacente que aplicaban los antiguos. Esto les hizo llegar a la conclusión de que los antiguos arquitectos podían conocer algunos principios científicos, como la fricción y la geometría.

Rodríguez explicó:

“Uno de los principios más importantes que nos lleva a pensar que estamos hablando de ingeniería primitiva es el hecho de que hace casi 6.000 años utilizaban arcos de descarga para resolver problemas complejos de distribución de tensiones.

Resolvían así problemas relacionados con el peso, que sería uno de los mayores problemas estructurales que se habrían encontrado en el diseño de este gran monumento. También lo resolvieron utilizando pilares en el interior”.

Varios elementos garantizaban la estabilidad

El techo de la obra estaba hecho de rocas de capstone con una textura entre blanda y moderadamente blanda. Curiosamente, estas piedras se movían con cuidado por un camino especialmente diseñado para evitar la fricción.

Diagrama que ilustra la construcción del dolmen y sus principios de ingeniería. Crédito de imagen: Lozano Rodríguez et al., Sci. Adv., 2024

Rodríguez agregó:

“Transportar estas rocas y colocarlas en el edificio requiere conocimientos avanzados de una ciencia emergente. No podemos olvidar que la piedra angular 5 pesa 150 toneladas. Es la roca más pesada de la prehistoria para un dolmen.

El diseño indica que el edificio estaba enterrado en el suelo, para poder colocar las piedras de coronación sin necesidad de ninguna rampa. Hicieron cortes en las piedras para que se apoyaran unas sobre otras y así poder distribuir las fuerzas vectoriales relacionadas con el peso”.

Además, las piedras verticales de Menga sugerían que las piedras de soporte del muro estaban cuidadosamente anguladas para crear un efecto trapezoidal. Esto, combinado con facetas entrelazadas y encajadas en el lecho rocoso, garantizaba la estabilidad de la estructura.

Rodríguez agregó:

“Las comunidades neolíticas del sur de la Península Ibérica de hace casi 6.000 años poseían conocimientos científicos tempranos y una extraordinaria brillantez inventiva. Con sofisticados conocimientos de ingeniería, geología, geometría y astronomía”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Science Advances.

[FT: scialert]

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Crédito imagen de portada: depositphotos.com