En una meseta del Tíbet, a 4.270 metros de altitud un grupo de arqueólogos encontraron unas huellas de pie y manos que datan de 200.000 de antigüedad aproximadamente. De acuerdo con los investigadores, éstas marcas humanas perpetradas por el tiempo, podrían ser el arte rupestre más primitivo del planeta tierra.
La prestigiosa revista Science Direct, ofrece un amplio y detallado informe sobre el descubrimiento de las huellas, las cuales serían el primer ejemplo de arte, hecho por seres humanos. El sorprendente hallazgo ha abierto el debate entre diferentes sectores de la comunidad científica internacional, pues la historia del arte rupestre ahora tendría que comenzar a contarse con un retroceso de 100 mil años.
¿A quién pertenecen las huellas de manos y pies que datan de 200 mil años de antigüedad?
Según los datos aportados por los arqueólogos y difundidos al mundo entero, las huellas de manos y pies que datan de hace 200 mil años, pueden ser de unos niños. Tomando en cuenta el tamaño y la forma de las marcas grabadas en la roca, es posible que fueran dos niños de diferentes edades.
Todo apunta a que se trata de un pequeño de alrededor de 7 años y otro un poco mayor, quizá de 12 años de edad. El informe también revela que las huellas, “las colocaron de forma intencionada y no como un hecho casual producto de estar deambulando por el lugar“.
Para hacer esta afirmación, los investigadores se basan en la forma que están dispuestas las marcas sobre la superficie rocosa. Éstas encajan a la perfección en un espacio determinado, además se ven muy juntas, como en una especie de mosaico previamente elaborado.
Este planteamiento cobra mayor fuerza a medida que pasa el tiempo, porque es bastante común que los niños jueguen y metan las manos y pies en el barro. Es probable que alguna especie humana primitiva con infantes, tuvieran un asentamiento en aquella meseta tibetana hace 200 mil años.
Denisovanos: los primeros antepasados que poblaron la región de Asia
Aún se desconoce con exactitud qué clase de personas habitaban en los alrededores de lo que alguna vez fue la fuente termal en Quesang, ubicada en la parte más alta de una meseta del Tíbet, localizada a unos 4,270 maestros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, varios expertos en materia de historia y arqueología coinciden en mencionar que posiblemente se trate de los Denisovanos, una población humana primitiva que pobló Asia.
Los científicos no tienen mucha información relacionada con este grupo, pues se han encontrado muy pocos fósiles que permitan recabar más datos acerca de esta población tan antigua.
Hasta los momentos sólo se sabe que eran muy semejantes a los humanos modernos y que de un modo lejano, estuvieron relacionados con los Neandertales. Para probar ésta teoría los investigadores han señalado que, los pobladores del Tíbet de la actualidad son portadores de genes Denisovanos.
¿Se les puede considerar arte rupestre a las huellas fosilizadas de hace 200 mil años?
Muchos padres permiten que sus hijos pequeños realicen dibujos -aunque sean solo garabatos-, luego los cuelgan en la pared o la puerta del refrigerador porque para ellos tiene un significado especial, lo consideran un arte. De manera parecida, las huellas de pies y manos de 200 mil años descubiertas en el Tíbet, pueden ser llamadas arte rupestre.
Claro, cada quien puede darle una determinada interpretación a las marcas fosilizadas que yacen en la meseta tibetana. Pero, hay dos aspectos interesantes a tener presente. Los grafitis que algunos artistas urbanos pintan en las paredes de las calles y las huellas que dejan las actrices y personajes famosos en el Boulevard de Hollywood.
Ambas acciones se hacen para dejar una huella que perdure en el tiempo y sea recordada por la humanidad. De modo que, los niños que plasmaron sus huellas hace 200 mil años en una meseta tibetana, en este momento son los artistas pictóricos más antiguos del mundo.
Le corresponde ahora a la arqueología, así como a los científicos tratar de complementar la información para determinar cómo eran las personas del pasado, más allá de analizar fragmentos de cerámica, restos de edificaciones, huesos y monumentos. Sobre todo porque esas huellas de manos y pies, representan una firma personal de un ser humano primitivo.
En una meseta del Tíbet, a 4.270 metros de altitud un grupo de arqueólogos encontraron unas huellas de pie y manos que datan de 200.000 de antigüedad aproximadamente. De acuerdo con los investigadores, estas marcas humanas perpetradas por el tiempo, podrían ser el arte rupestre más primitivo del planeta Tierra.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Science Direct.
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podría no ser arte rupestre, creo que caminaban apoyando las manos al igual que los simios. Es por eso la cercanía entre pies y manos.