Utilizando LiDAR, una tecnología basada en láser para cartografiar el terreno, un equipo de arqueólogos han podido encontrar estructuras olvidadas ocultas en el paisaje. Recientemente, han localizado un grupo de monumentos antiguos que probablemente se utilizaban como “caminos para los muertos” en la actual ciudad de Baltinglass, en el condado de Wicklow.

Los láseres han revelado cientos de monumentos prehistóricos hasta ahora no detectados, entre ellos cinco raros, agrupados en una franja de tierras de labranza en la campiña irlandesa.

Los arqueólogos descubrieron los monumentos en Baltinglass, un pueblo del condado de Wicklow, en el este de Irlanda, utilizando un LiDAR (light detection and ranging), una técnica en la que un avión sobrevuela la zona mientras una máquina dispara pulsos láser hacia el suelo. Estos impulsos golpean los objetos y luego rebotan, ayudando a los investigadores a cartografiar la topografía del paisaje.

La zona examinada por los investigadores estuvo ocupada durante el Neolítico Temprano (a partir del 3.700 a. C.) y la Edad del Bronce Media y Tardía (de 1.400 a 800 a. C.). Sin embargo, según un estudio publicado el jueves 25 de abril en la revista Antiquity, hasta ahora eran escasas las pruebas de ocupación durante el periodo de 2.000 años comprendido entre ambos periodos, conocido como Neolítico Medio.

Imagen LiDAR de uno de los cinco monumentos cursus (en rojo) hallados en el yacimiento prehistórico de Irlanda. Crédito de imagen: James O’Driscoll; Antiquity Publications Ltd

Monumentos cursus

A pesar de los años de laboreo agrícola que habían dañado algunos de los monumentos, el LiDAR reveló modelos tridimensionales del paisaje salpicados de estructuras, incluidos varios monumentos cursus “raros”, que son recintos de tierra largos, estrechos y a gran escala que pueden haber tenido una finalidad ritual. La agrupación se considera el mayor conjunto de cursus tanto de Irlanda como de Gran Bretaña, según un comunicado.

James O’Driscoll, arqueólogo de la University of Aberdeen (Escocia), dijo en un comunicado:

“Empecé a trabajar en esta zona hace unos 10 años como parte de mi doctorado y, en un principio, la idea era que éste era el lugar de Irlanda con los mayores y más grandes monumentos de la Edad de Bronce del país. Tras varias prospecciones, poco a poco empezamos a darnos cuenta de que no se trataba solo de la Edad de Bronce, sino que también había allí muchos monumentos neolíticos.

Alrededor de 2014, un lugareño identificó uno de estos monumentos cursus, y eso era todo lo que sabíamos antes del estudio con LiDAR”.

O’Driscoll dijo:

“El nuevo estudio con LiDAR reveló cuatro más, por eso es un descubrimiento tan importante y era algo que no pensábamos que aparecería, porque los grupos de monumentos cursus simplemente no existen en Irlanda. En Gran Bretaña hay quizá media docena, pero en Irlanda sólo se conocen unos 20 monumentos cursus y se dan de forma aislada”.

Monumentos de hasta 400 metros

Aunque la mayoría de los cinco tienen un tamaño que oscila entre 150 y 200 metros de largo, el mayor mide unos 400 metros, según el estudio.

Y teniendo en cuenta que la gente creó estos monumentos en una época anterior a la invención de las excavadoras, resulta cuando menos impresionante.

Los monumentos del cursus de Baltinglass, visualizados mediante hillshade y modelos simples de relieve local. Crédito de imagen: James O’Driscoll; Antiquity Publications Ltd

O’Driscoll explica:

“Dado que se construyeron en el Neolítico, no había herramientas de metal y probablemente utilizaron palas de madera. Demuestra la cantidad de recursos, tiempo y esfuerzo que se invirtieron en su construcción, ya que se trata de un asentamiento de tamaño considerable”.

Los arqueólogos creen que los monumentos pueden haber servido para varios propósitos, incluyendo una asociación con “eventos solares importantes”, la agricultura y “caminos para los muertos”, según el comunicado.

Por ejemplo, cuatro de los monumentos cursus están orientados hacia el “sol naciente del solsticio de verano”, que marca el punto álgido de la temporada de cultivo, según el estudio.

Según O’Driscoll, es probable que estos enormes monumentos también estuvieran dedicados a los muertos.

O’Driscoll dijo:

“Aunque desconocemos los rituales reales que se celebraban allí, los trazados sugieren que pudieron utilizarse como rutas procesionales para el luto o como forma de trasladar a los muertos al cielo.

Los monumentos nos ayudan a comprender el modo de vida de estas gentes del Neolítico, que eran agricultores de primera generación.

Ahora comprendemos mejor la importancia que tenía la agricultura en estas comunidades, que rápidamente se convirtió en el centro de sus vidas”.

Los investigadores tienen previsto analizar muestras de suelo del yacimiento para conocer mejor los animales y las plantas que había durante el Neolítico Temprano.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Antiquity.

Fuente: livesci

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