Un equipo de arqueólogos ha quedado atónitos luego de descubrir una antigua momia perfectamente conservada durante miles de años en Italia. El hallazgo sin precedentes se produjo tras desprecintar un sarcófago de 2.000 años de antigüedad en la histórica “tumba de Cerbero” de Nápoles.
Los restos se habían conservado gracias a las cremas vegetales que se aplicaron a los cuerpos antes de sellarlos en la cámara, lo que aporta nuevas y detalladas pruebas que revelan cómo embalsamaba la antigua Roma a sus propios muertos.
El especial cuidado que se prestó al difunto y la cronología de los objetos hallados sugieren que pudo ser el fundador de la familia para la que se construyó el mausoleo.
Anteriormente, los arqueólogos habían hallado en la misma zona un gran número de enterramientos que datan de la época de la República romana (510 a.C. a 31 a.C.) a la época imperial romana (31 a.C. a 476 d.C.).
Tumba del Cerbero
La “tumba de Cerbero”, situada en Giugliano, fue descubierta en 2023 después de que los arqueólogos destaparan el límite de la necrópolis.
Un análisis más profundo reveló que la estructura era la entrada a una tumba de cámara, que presentaba un impresionante fresco que representaba a Cerbero, el perro de tres cabezas de la antigua mitología griega que se cree que es el guardián del inframundo.
Guigliano, situada en Campania, fue colonizada por los antiguos griegos entre los siglos VIII y VII a. C.
La tumba fue descubierta por la Superintendency of Archaeology, Fine Arts, and Landscape, que no sólo quedó sorprendida por lo bien conservados que estaban los cuerpos, sino por el método utilizado.
Los investigadores tienen previsto compartir imágenes de las momias recién halladas más adelante.
Los restos habían sido enjabonados con crema de chenopodium, un género de hierba perenne conocida coloquialmente como pie de ganso, y absinthium (ajenjo).
Esta combinación ya se ha encontrado en otros restos, como el cadáver de un obispo del siglo XVII hallado bajo una catedral sueca.
Sin embargo, la momia que ha sido desenvuelta estaba cubierta por un sudario que, según los expertos, se mineralizó debido a las condiciones climáticas del interior de la cámara.
El superintendente Mariano Nuzzo dijo en un comunicado:
“De hecho, en los últimos meses, los análisis de laboratorio realizados sobre muestras tomadas de las inhumaciones y los lechos de deposición han aportado una cantidad considerable de datos sobre el tratamiento del cuerpo del difunto y el ritual funerario llevado a cabo, enriqueciendo significativamente el panorama de nuestros conocimientos”.
La cámara funeraria se descubrió después de que los arqueólogos detectaran un muro construido mediante una antigua técnica de construcción romana conocida como “opus incertum”.
El método utilizaba piedras sin cortar de forma irregular y colocadas al azar, y surgió en torno al siglo II a. C..
Más tarde se descubrió que se trataba de la pared frontal de la tumba, que había sido sellada con una pesada losa de toba, una roca ligera y porosa formada por cenizas volcánicas y otros sedimentos.
Para acceder al interior de la cámara funeraria, los arqueólogos tuvieron que retirar con cuidado los azulejos que cubrían la abertura del techo, lo que reveló lo que, según los expertos, era un descubrimiento “sin precedentes”.
Introdujeron una microcámara en la pequeña abertura, lo que les permitió ver los cuerpos encerrados en su interior.
El proyecto, financiado por el Ministerio de Cultura italiano, está realizando ahora análisis de ADN de los restos humanos momificados para identificar los múltiples cuerpos descubiertos.
La amplia necrópolis en la que se encuentra la tumba ya es conocida por albergar importantes enterramientos antiguos, muchos de los cuales se remontan a la República Romana y a la época imperial romana. Por tanto, a medida que surja más información de esta tumba, más sabremos de la vida y la muerte de sus misteriosos ocupantes.
Pueden ver más imágenes a continuación:
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