La majestuosa esfinge egipcia ha fascinado a muchas generaciones, e incluso hasta el día de hoy sigue generando todo tipo de pensamientos y teorías sobre su origen. Cabe decir que en Marte se han descubierto algunas estructuras similares; y según algunos autores existe una misteriosa conexión que quedó enterrada bajo las arenas del tiempo. En las siguientes líneas te contamos mucho más.
Egipto siempre ha despertado interés por su misterio, su mitología y sus majestuosos edificios, testigos de épocas antiguas. Tradicionalmente se creía que los egipcios construyeron la Gran Esfinge junto con la Pirámide de Keops. Sin embargo, la cuestión de cómo lo lograron con herramientas limitadas y tecnologías primitivas en comparación con las modernas sigue abierta.
Investigaciones recientes han demostrado que la Esfinge de Giza podría no haber sido construida por humanos. Los trabajos científicos de un equipo de científicos de la New York University arrojan nueva luz sobre este antiguo y misterioso lugar.
El origen de la Esfinge. Más allá de la historia convencional
En lugar del concepto tradicional según el cual la Esfinge fue creada por escultores egipcios, los investigadores proponen una teoría sensacional completamente nueva: la Esfinge es una formación natural creada por procesos naturales y el hombre ya realizó mínimo esfuerzo para dar a esta estructura natural la forma reconocible deseada, manteniendo los cimientos.
La base de su investigación fue una formación natural conocida como yardang, que se forma por la meteorización de rocas como la arenisca y la arcilla.
Los yardangs suelen asemejarse a la forma de animales sentados o tumbados y pueden encontrarse en zonas desérticas con climas secos y cálidos, incluido el noreste de Egipto.
Los científicos, para confirmar su teoría, recrearon las condiciones de formación de los yardangs en condiciones de laboratorio. Utilizaron arcilla blanda con un material más duro y menos erosionable en su interior para simular el terreno del noreste de Egipto. A continuación, lavaron estas formaciones con una corriente de agua que simulaba los fuertes vientos del desierto.
En 1972, la sonda estadounidense Mariner llegó a Marte y tomó más de 3.000 imágenes. De ellas, 500 se publicaron en la prensa generalista. En una de ellas, el mundo vio una pirámide derruida, según calcularon los expertos, de casi 1.5 km de altura y una esfinge con rostro humano.
Esfinge marciana mira el cielo
Pero a diferencia de la egipcia, que mira al frente, la esfinge marciana mira al cielo. Pasó más de una década y se publicaron fotografías de otra esfinge y pirámide. En las nuevas fotografías se podía distinguir claramente una esfinge, una pirámide y una tercera estructura: los restos de un muro de una estructura rectangular.
La esfinge, mirando al cielo, tenía una lágrima congelada que salía de su ojo. Surgió una hipótesis: se produjo una guerra entre Marte y la Tierra, y los que los antiguos llamaban dioses eran personas que colonizaron Marte, la colonia marciana decidió separarse de su madre patria, que era la Tierra (o viceversa), igual que América se separó de Inglaterra, etc.
También hay partidarios del origen natural de estos objetos en Marte, y esta opinión ha recibido una confirmación bastante terrestre (ciertamente hipotética), aunque realmente queremos creer que en el pasado no sólo hubo vida en Marte, sino también una civilización desarrollada parecida a la nuestra.
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