Un camino a través de la vastedad: La Carretera del Desierto, ubicada en la provincia de Qinghai al noroeste de China, se extiende por 3063 kilómetros desde Xining hasta Kashgar en Xinjiang. Atravesando la árida extensión de arenisca del desierto de Gobi, esta ruta vital representa un desafío constante contra la naturaleza.
Lucha contra la arena: La arena movediza es una amenaza constante para la carretera, con el potencial de cubrirla y hacerla intransitable. Para evitar esto, se requiere un mantenimiento constante. En algunos tramos, la botánica juega un papel crucial. Se plantan cortinas de hierbas y arbustos a los lados de la carretera, actuando como una barrera contra el avance de la arena. Además, se excavan cientos de pozos para el riego, lo que permite mantener la vegetación y, por ende, la estabilidad del terreno.
Guardianes del camino: El cuidado del firme recae en los trabajadores de la carretera, quienes viven en casas construidas cada 4 kilómetros a lo largo de la ruta. Su labor diaria es vital para mantener la carretera despejada y segura para el tránsito.
Un oasis de vida: La Carretera del Desierto no solo es una vía de comunicación, sino también un oasis en medio del desierto. Permite el transporte de personas y mercancías, facilitando el desarrollo económico de la región. Además, atrae a viajeros y aventureros que buscan explorar la fascinante belleza del Gobi.
Más que una carretera: La Carretera del Desierto es un símbolo de la tenacidad humana y del ingenio para conquistar la naturaleza. Es un camino que une comunidades, impulsa el progreso y abre las puertas a un mundo de posibilidades en el corazón del desierto.
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