Bajo nuestros pies, a gran profundidad yacen mundos realmente impresionantes e increíbles. Entornos llenos de vida y de criaturas que posiblemente sean desconocidas aún para la ciencia. El visionario Julio Verne tenía razón, al menos en parte.
Se sabe desde hace tiempo la existencia de algunas cuevas en China y Vietnam, tienen su propio sistema climático. ¡Sí! entornos con su propio clima, su propia naturaleza.
Julio Verne fue un visionario autor de ciencia ficción que inspiró a muchas personas a reflexionar sobre los misterios y maravillas del mundo que les rodea. En sus novelas “Veinte mil leguas de viaje submarino” y “Viaje al centro de la Tierra“, Verne exploró el concepto de mundos subterráneos, imaginando cómo sería viajar a las profundidades de la Tierra y descubrir las cosas increíbles que podrían existir allí.
En este artículo exploraremos cómo Verne tenía razón al creer que, en efecto, hay mundos subterráneos increíbles esperando a ser descubiertos. Desde vastos e intrincados sistemas de cuevas hasta túneles y cámaras ocultas, nos adentraremos en los numerosos y asombrosos mundos subterráneos que se han encontrado por todo el planeta.
Mundo subterráneo en China
Un increíble mundo subterráneo se encuentra en China, concretamente en la provincia de Chongquing. Fue explorado y fotografiado por primera vez por un grupo de espeleólogos estadounidenses e ingleses dirigidos por Robbie Stone, de la Universidad de Manchester.
Las fotos tomadas en el corazón de la tierra son tan bellas que dejan sin habla. La cueva es tan grande que tiene su régimen meteorológico:
“Dentro hay nubes, lluvia y niebla. La expedición tardó un mes en sacar a la luz este mundo extraordinario, y por lo que he leído, este rincón del mundo nunca ha sido explorado del todo, así que… quién sabe qué otras sorpresas nos depara este mundo subterráneo”.
La entrada a la cueva se encuentra entre un pequeño hueco de la roca en Niubizi Tian Keng, una montaña cubierta de vegetación muy densa. Un poco más allá hay un pequeño pueblo, Ranjiagou. Nada más entrar en el interior, los espeleólogos se quedaron boquiabiertos:
“Los espacios son tan grandes que todos se quedaron allí un mes entero”.
En el lugar no faltan lagos de agua dulce que son auténticas piscinas naturales.
Uno de los exploradores dijo:
“Nos emociona el hecho de haber sido los primeros en pisar un lugar de este tipo, en la Tierra. Ahora me pregunto si nuestro planeta no tiene otros lugares idénticos a éste, pero aún inexplorados”.
Cueva con su propio sistema meteorológico
Pero lo que asombró y dejó boquiabiertos a los científicos fue el propio sistema meteorológico de la cueva.
“Nos despertamos frente a enormes nubes, que bloqueaban la mitad superior de las cavernas porque no podían salir por el pequeño lugar de arriba, a unos 250 m de altura”.
El explorador agregó:
“Esta increíble red, que también incluye la Sala de la Escalera de las Nubes, mide un total de 51 mil metros cuadrados, que incluyen ríos, lagos subterráneos y una vegetación muy densa en el suelo de las cuevas”.
La mayoría de las cuevas son accesibles por la entrada principal. Para llegar a otras, sin embargo, es necesario nadar muy profundo. Por supuesto, no es tan fácil explorar estas cuevas, ¡pero las maravillas que se ven con los propios ojos bien merecen todo el esfuerzo!
¡Julio Verne tenía razón!
Este mundo subterráneo, tan maravilloso, se viene a la memoria la obra de Julio Verne – Un viaje al centro de la Tierra, quién sabe quizás la idea de este mundo, que aún hoy para la mayoría de nosotros se considera fantasmagórico, para Julio Verne era lo más real posible, y por cierto, el mundo subterráneo de China no es el único del planeta.
Si nos vamos a Vietnam, encontramos otro mundo subterráneo paradisíaco, la cueva de Hang Son Doong. El agua y la luz permitieron el desarrollo de un mundo aparte, con una vibrante flora y fauna en el interior de la cueva. Monos, rinocerontes, murciélagos e insectos se refugian en esta selva única.
Un mundo tan especial, que muchas de las especies que aquí se encuentran no se conocían hasta ahora. Y eso no es todo: la cueva alberga estalagmitas de 80 metros de altura y algunas piscinas enormes. Además, aquí se pueden ver notables ejemplares de perlas rupestres, y pequeñas esferas en el interior de las cuevas.
Se dice que esta cueva pasó desapercibida hasta 1991, cuando se encontró la entrada a este fantástico mundo. Pasaron otros 18 años hasta que, en 2009, la primera expedición verdaderamente científica reveló la grandeza de este lugar.
La red de más de 150 cuevas se encuentra en Hang Son Doong, en lo más profundo de la jungla vietnamita. Las cuevas fueron descubiertas por geólogos británicos en 2009, y el paso desde el Parque Nacional Phong Nha-Ke Bang hasta las cuevas tiene 150 metros de largo y 60 metros de alto.
Las extraordinarias imágenes, tomadas durante dos expediciones, muestran profundidades desconocidas del pasadizo de las cuevas más grandes del mundo.
La cueva de Hang Son Doong es gigantesca, con 4 kilómetros de largo, 100 metros de ancho y 240 metros de altura, en el punto más alto. De las imágenes se desprende que hay una selva oculta en el interior de la cueva. Las asombrosas imágenes fueron tomadas por el fotógrafo alemán Carsten Peter, que se unió a los espeleólogos británicos durante las expediciones.
Carsten cuenta que pasó dos semanas en las profundidades de estas cuevas, y por la noche descansaba en un saco de dormir. Todo el tiempo exploraba y fotografiaba este mundo secreto.
Carsten dijo:
“Llevo 35 años fotografiando y he visitado muchas cuevas, pero ésta es, con diferencia, la cueva más singular e inusual que he visto nunca”.
Carsten agregó:
“Qué irónico es el deseo del hombre de explorar lo desconocido: construimos naves espaciales, satélites, para explorar el espacio exterior, pero no llegamos a descubrir nuestro propio planeta”.
Pueden ver a continuación un vídeo de una sorprendente y enorme cueva en China:
Fuente: medium / MindscapeMarvels
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios