Los científicos han creído durante mucho tiempo que, cuando el nivel del mar era bajo, el Homo Sapiens utilizaba una travesía meridional a través del Mar Rojo desde el cuerno de África para llegar al suroeste de Arabia. Pero un nuevo estudio sugiere que también hubo otro paso “trillado” hacia el norte.

Este increíble mapa revela la ruta recién descubierta que siguieron los primeros humanos cuando abandonaron África para dirigirse a Eurasia hace 80.000 años.

Se trataba de la única ruta terrestre de África a Eurasia y en ella los cazadores-recolectores seguían un frondoso “corredor” de ríos a través de la península del Sinaí y por el Levante hacia Asia occidental y el norte de Arabia a través de Jordania.

Según los investigadores de la University of Southampton, muchos de estos ríos se han secado en zonas que ahora son desérticas, pero el descubrimiento de herramientas manuales abandonadas ha contribuido a demostrar que se utilizaba este “corredor bien regado”.

Exuberante ruta terrestre

Las investigaciones llevadas a cabo en Arabia habían sugerido anteriormente que esta ruta terrestre, antaño verde, era la preferida por los primeros humanos que se dirigían hacia el norte.

Este increíble mapa revela la ruta recién descubierta que tomaron los primeros humanos cuando abandonaron África hacia Eurasia hace 80.000 años. Los científicos han creído durante mucho tiempo que cuando el nivel del mar era bajo, el Homo Sapiens utilizó un cruce hacia el sur a través del Mar Rojo desde el Cuerno de África para llegar al suroeste de Arabia. Pero un nuevo estudio sugiere que también hubo otro paso hacia el norte. Crédito de imagen: MailOnline

Pero ha sido necesario un trabajo de campo en el valle de Jordania para reforzar y confirmar la teoría.

Los arqueólogos pudieron descubrir herramientas de mano, conocidas como lascas, “lascas” en el borde de los wadis, canales fluviales ahora secos que, hace decenas de miles de años, estaban llenos de agua.

A continuación, se dispusieron a determinar la edad del sedimento en el que habían estado enterradas las herramientas durante decenas de miles de años.

Para ello, los científicos utilizaron técnicas de datación por luminiscencia para calcular el tiempo transcurrido desde la última exposición del sedimento a la luz.

Una segunda lasca, o herramienta de mano, vista desde tres ángulos diferentes, descubierta en el valle del Rift jordano. Las lascas ayudaron a los científicos a datar la migración humana. Crédito de imagen: University of Southampton

Halladas herramientas de 84.000 años

Sus hallazgos demostraron que las herramientas probablemente se utilizaron hace unos 84.000 años, antes de ser abandonadas en las orillas de los uadis y finalmente cubiertas por el paso del tiempo.

Es bien sabido que los humanos modernos evolucionaron en África hace entre 300.000 y 200.000 años, antes de emigrar del continente en varias etapas a Asia y luego a Europa.

Paul Carling, catedrático de Geomorfología de la University of Southampton, dijo en un comunicado:

“Durante mucho tiempo se ha pensado que, cuando el nivel del mar era bajo, los humanos utilizaban una travesía meridional, a través del Mar Rojo desde el cuerno de África, para llegar al suroeste de Arabia.

Sin embargo, nuestro estudio confirma que existía un trillado paso hacia el norte, a través de la única ruta terrestre de África a Eurasia.

Las pruebas que acabamos de publicar son una pieza clave del rompecabezas que demuestra que los humanos migraron por una ruta septentrional, utilizando pequeñas zonas húmedas como base mientras cazaban abundante fauna en las praderas más secas.

Aunque estudios anteriores habían buscado grandes lagos como posibles abrevaderos, en realidad los pequeños humedales eran muy importantes como puntos de parada durante la migración”.

El Dr. Mahmoud Abass (Shantou University) a la izquierda, el profesor Paul Carling (University of Southampton) en el centro y el Dr. John Jansen (Czech Academy of Sciences) a la derecha, sobre el terreno en el valle del Rift jordano. Crédito de imagen: University of Southampton

El Dr. Mahmoud Abbas, autor principal del estudio, de la Shantou University (China), dijo en un comunicado:

“El Levante actuó como un corredor bien regado para que los humanos modernos se dispersaran fuera de África durante el último interglaciar, y ahora hemos demostrado que éste es el caso de la zona del valle del Rift del Jordán.

Las pruebas paleohidrológicas del desierto de Jordania mejoran nuestra comprensión del entorno medioambiental de aquella época.

En lugar de un desierto seco, las praderas de la sabana habrían proporcionado los recursos necesarios para que los humanos sobrevivieran durante su viaje fuera de África y hacia el suroeste de Asia y más allá”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Science Advances.

[H/T: eurekalert]

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