Luego de varias décadas las investigaciones llevadas a cabo, utilizando los datos recopilados en las varias misiones especiales, los científicos han logrado develar el misterioso interior de la Luna.
La exploración humana de la Luna llevó a la superficie de nuestro satélite natural algunos instrumentos importantes: los sismógrafos. Gracias a ellos, los científicos descubrieron los terremotos lunares, y esos temblores han revelado mucho sobre lo que hay en el interior de la Luna. En las dos últimas décadas, ha quedado claro que la Luna tiene un núcleo fluido, pero los nuevos modelos muestran que hay algo más. Dentro de ese núcleo externo, hay un núcleo interno sólido, como el de nuestro planeta.
La Luna tiene un núcleo interno líquido y uno sólido, como la Tierra
Los datos del Apolo permitían pensar en una Luna con o sin núcleo interno, así que el equipo buscó modelos que pudieran reproducir las propiedades físicas de la Luna a partir de su masa, cómo gira y cómo la deforman las mareas. Esto les proporcionó indicios de que debería existir un núcleo interno sólido. El equipo calcula que este núcleo interno tiene unos 500 kilómetros de diámetro. Y tiene una densidad inferior a la de la Tierra.
Pero éste no es el único dato interesante que aporta el modelo. La otra más importante se refiere a un fenómeno llamado vuelco del manto lunar. En pocas palabras, se trata de la idea de que el material del manto, la gruesa capa intermedia entre la fina corteza y el núcleo externo, se desplazó bastante.
Algunos elementos, como el material rico en hierro, podrían haber ascendido desde el límite entre el núcleo y el manto hasta la superficie, terminando en rocas volcánicas que ahora forman la corteza lunar. Al mismo tiempo, partes de la corteza que eran más densas que otras se hundieron a través del manto hasta llegar al núcleo lunar.
Representación artística de cómo se vería una porción de la Luna. Crédito de la imagen: © Géoazur / Nicolas Sarter
La Luna pudo tener su propio campo magnético
Comprender las propiedades internas de la Luna en la actualidad nos da una idea del pasado. Los científicos creen que la Luna solía tener un campo magnético extremadamente potente, unas 100 veces más fuerte que el de la Tierra. Lo producía el núcleo. En la actualidad, el campo magnético es casi inexistente. Averiguar cómo es la Luna por dentro nos explica por qué puede ser así y qué más pudo ocurrir hace miles de millones de años.
Los autores del estudio escriben:
“Nuestros resultados cuestionan la evolución del campo magnético lunar gracias a su demostración de la existencia del núcleo interno y apoyan un escenario de vuelco global del manto que aporta ideas sustanciales sobre la cronología del bombardeo lunar en los primeros mil millones de años del Sistema Solar”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature.
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