Una piedra extraterrestre descubierta hace décadas en Egipto podría ser la prueba de una antigua explosión estelar, según refiere una investigación.
Un equipo de científicos creen que podría ser la primera prueba terrestre de la explosión de una supernova “vela estándar”.
Las supernovas de vela estándar, también conocidas como de tipo Ia, reciben su nombre por arder de forma brillante y constante, por lo que son como una vela para los astrónomos.
Son potentes explosiones que se producen cuando una estrella enana blanca consume a otra.
Piedra Hypatia
Los científicos creen ahora que la piedra Hypatia de Egipto podría ser la prueba de una de estas supernovas ocurrida hace miles de millones de años.
La extraña piedra fue descubierta en el desierto egipcio en 1996.
Un nuevo estudio de su composición química sugiere un origen fuera de este mundo: podría haberse formado a partir de trozos de polvo y gas que rodearon una supernova.
El polvo y el gas tardarían miles de millones de años en fusionarse y formar una roca espacial.
Jan Kramers, geoquímico de la University of Johannesburg (Sudáfrica), dijo en un comunicado:
“En cierto sentido, podríamos decir que hemos pillado in fraganti una explosión de supernova Ia, porque los átomos de gas de la explosión quedaron atrapados en la nube de polvo circundante, que acabó formando el cuerpo madre de Hypatia”.
Hypatia habría salido disparada por el universo hasta que impactó con la atmósfera terrestre y se quemó, cayendo como una pequeña piedra sobre Egipto.
La nueva investigación, publicada en la revista Icarus, sugiere que la roca no se formó en el sistema solar interior.
La piedra se formó fuera del Sistema Solar
Su composición química la diferencia de otras rocas espaciales que suelen pasar junto a la Tierra.
Según Kramers:
“Si esta hipótesis es correcta, la piedra Hypatia sería la primera prueba tangible en la Tierra de una explosión de supernova de tipo Ia”.
El descubrimiento es emocionante porque podría enseñarnos más sobre las explosiones estelares y las composiciones químicas de los objetos espaciales fuera de nuestro brazo de la Vía Láctea.
Kramers agregó:
“Quizá igualmente importante, demuestra que una parcela individual anómala de polvo procedente del espacio exterior podría incorporarse realmente a la nebulosa solar de la que se formó nuestro Sistema Solar, sin mezclarse totalmente en ella.”
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Icarus.
Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestra Fan Page, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes visitarnos directamente AQUÍ. O puedes unirte a nuestro Grupo Oficial, y a nuestra comunidad en Telegram.
0 comentarios