Las historias de los gigantes siempre han estado ligada a la fantasía medieval y, en ocasiones, a la contemporánea. Sin embargo, estas tienen una base, una inspiración… y muchas ellas provienen de América.

La ciudad de Conneaut tiene uno de los misterios más sorprendentes de la arqueología; en un antiguo y extenso cementerio, se encontraron los restos de un hombre gigantesco.

El cementerio de Conneaut

El Túmulo del Monje, el mayor túmulo de Cachokia y muestra de los túmulos funerarios. Crédito: Skubasteve834 / Wikimedia Commons

Hace más de 200 años, cuando los primeros colonos estadounidenses permanentes arribaron a la Reserva Occidental de Ohio, empezaron a despejar los bosques a lo largo de la orilla sur del lago Erie.

Sorprendentemente, se toparon con varias estructuras de tierra muy antiguas, puntas de lanzas perfectamente hechas y una serie de artefactos de una nativa civilización desconocida. Muy diferente a los indios Massasauga que poblaron la región.

El colono Aaron Wright y sus compañeros estaban al tanto de los movimientos de tierra en Circleville y Marietta, mucho antes de que los primeros exploradores de Pensilvania hicieran hallazgos similares. Por esa razón empezaron a vigilar sus nuevos hogares a lo largo de Conneaut Creek, lo que se conoce actualmente como el condado de Ashtabula.

En su relato de 1844, Harvey Nettleton informó que los antiguos cementerios medían aproximadamente 4 acres, el cual se extendía hacia el norte, desde la orilla del arroyo hasta Main Street, en un cuadrado oblongo.

Según Nettleton, las tumbas antiguas se distinguían por depresiones en la superficie de la tierra dispuestas en filas rectas, con espacios intermedios y callejones. En general, se calculó que 2.000 a 3.000 tumbas cubrían el área.

Aaron Wright examinó las tumbas, encontrando una gran variedad de huesos humanos que rápidamente se desmonoraban al exponerlos al aire.

La construcción de montículos fue una característica central de la arquitectura pública de muchas culturas nativas americanas y mesoamericanas desde Chile hasta Minnesota. Miles de montículos en Estados Unidos han sido destruidos como resultado de la agricultura y otras actividades. (Public domain)

Este cementerio prehistórico se encontraba en su granja y era realmente increíble. Pero nada se comparaba a lo que encontró Nettleton en los túmulos funerarios adyacentes.

Estos estaban ubicados en la zona oriental de lo que ahora es Conneaut. Este cementerio, cerca de la Iglesia Presbiteriana, parecían no haber tenido relación con otros. Estos provenían de una época más antiguas, una la cual los nativos no conocían.

Estos montículos eran más pequeños y del mismo carácter general de los que se encuentran esparcidos en el país. Lo más notable de ellos es que, entre la cantidad de huesos humanos, había restos de hombres de inmenso tamaño, los cuales debían estar relacionados a una raza de gigantes.

¿Restos de gigantes?

Un boceto de 1847 de Fort Hill por el topógrafo Chas. Whittlesey, donde se realizaron excavaciones de túmulos. Crédito: Historical Blindness

Se extrajeron cráneos con cavidades que podían albergar la cabeza de un hombre y mandíbulas que podían colocarse sobre el rostro fácilmente. Los huesos de los brazos y miembros inferiores eran de similares proporciones, evidenciando que la humanidad se degeneró desde el período en que estos hombres caminaron en la Tierra.

La historia de Nettleton recorrió el país cuando se resumió en las Colecciones Históricas de Ohio, de Henry Howe, en 1847.

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Howe también explica que, entre los restos encontrados, algunos pertenecían a hombres de estructura gigante. También relató cómo, en 1829, se taló un árbol junto a la antigua Fort Hill en Conneaut, y que su dueño, el “Honorable Nehemías Rey, con una lupa, contó 350 anillos anuales” más allá de algunas marcas de corte cerca del centro del árbol.

Howe concluyó que los cortes se hicieron, mínimo, en 1479, 13 años antes del descubrimiento de América por Colón. Para él, probablemente fueron hechos con hachas de cobre, ya que esa gente tenía el arte de endurecer el metal para que cortara como el acero.

El mismo año cuando se dio a conocer la historia de Ohio de Henry Howe, el Instituto Smithsonian publicó su libro “Monumentos antiguos del valle de Mississippi”, escrito por Ephraim George Squier y Edwin Hamilton Davis. En él, aparece la primera descripción publicada conocida de “Fuerte Colina”, el extraño hito precolombino ubicado en la propiedad del vecino de Aaron Wright, Nehemiah King.

Una prueba más de que los gigantes habitaron nuestra Tierra, pero que se ha mantenido en la oscuridad ¿Por qué? Nadie lo sabe realmente. Sin embargo, la verdad nunca podrá ser escondida para siempre.

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