Por todo el mundo, durante mucho tiempo se ha escuchado hablar sobre las sirenas como una criatura marina mitológica. Según muchas personas, resulta ser una simple leyenda que entretiene a muchos lectores y fanáticos, pero que en la vida real no existe.
La historia de una sirena en New York
En julio de 1865 llegó a la ciudad un hombre inglés conocido como el “Dr. Griffin”, llevaba consigo lo que parecía ser una sirena. Se le puso por nombre “Sirena de Fiji“, porque aparentemente provenía de las islas Fiji, ubicadas en el Pacifico Sur.
Numerosos visitantes llegaron a New York con la intención de encontrar una hermosa criatura como siempre ha sido descrita, pero la realidad fue muy diferente. La prensa cuando se enteró de la llegada de Griffin, lo siguió y exigieron ver a la sirena que había traído.
La sirena es exhibida en un Museo
Después de que Griffin mostrara la sirena a la prensa, logró captar la atención de millones de personas. Entre ellos se encontraba un importante hombre conocido como Barnum, en repetidas ocasiones le pidió a Griffin que exhibiera a su criatura en el museo. Pero el inglés se negó muchas veces a hacerlo.
Como última alternativa Barnum se dirigió a la prensa para hacer su último intento de convencer a Griffin. Explicando que estaba tratando de persuadirlo para mostrar al público la sirena en su museo, pero el hombre seguía negándose.
Antiguas representaciones de la Sirena de Fiji. (Public domain)
Un público eufórico por el tema de la sirena
El incansable Barnum, imprimió al menos 10.000 folletos, en los que se mostraba una seductora sirena y los repartió por toda la ciudad. Finalmente Griffin accedió a exhibir la sirena en el museo, pero sólo sería durante una semana.
Por un tiempo, este tema fue el centro de todas las conversaciones de los habitantes en New York y otros lugares. Al parecer, toda esta controversia fue un truco publicitario para atraer más personas, cuando se realizara la exhibición en el museo.
Esta posible estrategia que usaron fue bastante exitosa, el lugar donde se encontraba la sirena estaba completamente abarrotado de espectadores. Por esta razón, Griffin acordó exhibirla en diferentes museos por mucho más tiempo.
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El doctor se vuelve famoso
Finalmente, el reconocido doctor se volvió famoso por la criatura que llevaba con él. Por otro lado, no se limitó a ser el dueño de aquella sirena, sino que también daba conferencias sobre su historia y origen.
Pero las personas que vieron a esta criatura se encontraban consternadas. Porque esta sirena no se parecía en nada a lo que se les había mostrado en el panfleto. Y mucho menos al personaje del que tanto se narraba en numerosas leyendas.
El Banff Merman, similar a la sirena de Fiji, en exhibición en el Indian Trading Post. (Public domain)
La realidad de una criatura abominable
Las multitudes quedaron sorprendidas cuando vieron que aquella sirena se trataba de un cuerpo muy extraño que había sido resguardado por algún tiempo. Sus características eran bastantes particulares, y para muchos resultaron un poco espeluznantes.
Posteriormente salió a la luz la verdad sobre la abominable sirena de Fiji. Se trataba de una creación que habían realizado con la parte superior de un mono, y la parte inferior de un pez.
Durante un tiempo, se pensó que el responsable de este invento había sido Barnum. Sin embargo, más tarde se descubrió que la sirena se había fabricado en Asia mucho tiempo antes del espectáculo en New York.
Crean una sirena muy particular
La sirena de Fiji fue catalogado como un fraude, uniendo partes de cuerpo de diferentes animales.
Según cuenta la historia, la sirena fue fabricada en Japón en el año 1810. Se cree que en aquel tiempo, era como un símbolo de arte usado por los pescadores. Pero en un tiempo, la criatura fue comprada por unos holandeses, luego se vendió durante muchos años y fue pasando de mano en mano.
La sirena se extravía
Finalmente la sirena al parecer se extravió del lugar donde se hallaba, se asume que durante el año 1859 fue la última gira que realizó. Luego, llegó al lugar donde sería la última vez que fue vista, en el Museo de Kimball.
Sin embargo, se cuenta que la sirena dejó de existir debido a un incendio ocurrido en Barnum. Aunque muchas personas piensan que la sirena sigue siendo exhibida en el museo Peabody de arqueología, pues en este lugar también hay una sirena de Fiji. Pero es posible que se trate de una simple réplica de la criatura original.
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