Nos sorprenderíamos si nos enteráramos de la gran cantidad de historias inexplicables que existen y fueron narradas por sus protagonistas. Algunas de estas experiencias están solo disponibles en ciertas publicaciones, foros o libros, y esto debido a que los testigos mayormente prefieren no contarlas para no exponerse al escrutinio público. Uno de esos incidentes se refiere a un hombre que se encontró a sí mismo, pero siendo más joven (un niño) mientras se desplazaba por las montañas Cascade, en Washington, EE. UU. En las siguientes líneas te contamos su historia…

El usuario de Reddit “JackSprat90” publicó hace varios años una historia que le sucedió en las montañas Cascade del estado de Washington (EE. UU.).

Luego de protagonizar el extraño evento, pensó que el viaje en el tiempo podría ser completamente real y espontáneo, es decir, repentino e imperceptible para el propio viajero.

¿Un testimonio de viaje en el tiempo?

El testimonio del principal testigo dice lo siguiente:

Siempre me ha gustado el aire libre. Tuve la suerte de nacer en el gran noroeste del Pacífico, las cascadas del oeste de Washington para ser exactos. Mi padre y yo pasamos gran parte de mis primeros años de vida explorando las montañas, pescando y cazando.

Hay partes de las Cascadas que conozco como la palma de mi mano. Uno de esos lugares se llama Goblin Creek, en la carretera Index-Galeema de la carretera 2. Cuando era niño, íbamos en auto hasta allí para pescar y disparar, pero también para recolectar un tipo específico de roca que cuando se cortaba por la mitad y se pulía se asemejaría a una imagen escénica de la vista de las montañas desde el interior de una cueva.

No recuerdo el verdadero nombre de estas piedras. El amigo y vecino de mi padre era dueño de una galería de arte / tienda de minerales que solía ser una iglesia.

La caminata desde el arroyo donde recolectamos estas rocas hasta el camino de tierra no fue particularmente larga, pero lo suficientemente larga como para que, presumiblemente, uno pudiera perderse en el camino si uno no sabía a dónde ir. En los años que pasamos en este arroyo, solo había visto a otras dos personas por ahí.

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Uno era un guardabosque que escuchó los disparos de nuestra sesión de práctica de objetivos y nos rastreó para asegurarse de que todo estuviera bien. El otro es tema de mi curiosidad.

Recuerdo sorprendente

Cuando tenía unos 14 años, recuerdo claramente que cargaba una mochila llena de estas rocas desde el arroyo hasta el camión de mi padre. En el camino me encontré con un hombre que parecía tener unos 30 años.

Ambos parecíamos estar sorprendidos de que nos encontráramos con alguien en esta sección bastante remota de las montañas, pero a medida que me acercaba a este hombre (se dirigía hacia el arroyo, yo me dirigía hacia la carretera), parecía estar cada vez más asustado, como si estuviera viendo un fantasma. No dijo nada cuando pasé, solo me miró fijamente, aparentemente tratando de encontrar las palabras apropiadas para preguntarme algo.

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Después de pasar a su lado, recuerdo haber pensado en lo mucho que me parecía familiar, las similitudes eran sorprendentes. Continué hasta el camión, arrojé mi carga de piedras en el camión y me dirigí de regreso al río donde estaba mi papá. Cuando llegué le hablé del encuentro y le pregunté si había visto a este hombre a lo que respondió que no. Desde entonces he recordado este encuentro con bastante viveza.

Encuentro extraordinario consigo mismo

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El año pasado estaba visitando a mi familia en Snohomish y decidí ir al viejo Goblin Creek por motivos nostálgicos. Habían pasado unos 15 años desde la última vez que estuve allí. En el camino hacia allí descubrí que la carretera Index-Galeema aparentemente se había destruido años antes, afortunadamente conocía otra forma allí a través de Jack Pass.

Encontré el camino de tierra y estacioné donde mi papá solía estacionar y procedí a caminar por el bosque hasta el arroyo. En el camino vi algo que me estremeció hasta la médula. Cuando estaba a mitad de camino a través del bosque, me sorprendió ver a alguien más que venía del arroyo, un niño, de unos 14 años.

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Llevaba una mochila que parecía estar cargada de pesos pesados. A medida que nos acercábamos, comencé a sentirme cada vez más confundido y sorprendido porque el chico se veía exactamente como yo a su edad. Quería decirle algo mientras pasaba, pero no pude encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que estaba pensando en ese momento.

Me pasó y siguió adelante. Caminé un poco y finalmente me detuve cuando todo realmente me sorprendió.

Recordé el encuentro de mi adolescencia y me di cuenta de que acababa de vivir la otra mitad de la experiencia. Tanto el hombre como el niño ¡eran yo mismo!, ¡aproximadamente a 15 años de diferencia! Me di la vuelta para alcanzar al chico en los espesos bosques del oeste de Washington. Corrí todo el camino de regreso a la carretera … pero no había nada.

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No había ningún otro lugar además de la carretera adonde pudiera ir, y no me había detenido tanto tiempo como para no poder alcanzarlo. Simplemente se había ido. La curiosidad se apoderó de mí, así que me apresuré hacia el arroyo esperando encontrar a mi papá pescando en la orilla 15 años más joven, pero no encontré a nadie.

Terminé yendo a casa y decidí que esta experiencia era demasiado increíble para contarla incluso a mis amigos y familiares.

Como vemos, el testigo de esta historia afirma estar convencido de que se encontró consigo mismo, una versión más joven que él, mientras se desplazaba por las montañas. No cabe duda de que su experiencia es sorprendentes y hasta se podría decir “increíble”; sin embargo no es la única persona que ha narrado acontecimientos similares.

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