Hasta hace poco se anunció al mundo el descubrimiento de un planeta potencialmente habitable a solo unos cuantos años luz de distancia. Ahora un grupo de astrónomos han detectado una señal peculiarmente extraña que proviene de una estrella ubicada a apenas 94 años luz del Sistema Solar.
Aunque aún se desconoce qué la produce, las posibilidades abarcan desde una anomalía natural o la señal de una civilización extraterrestre.
La señal fue detectada usando el radiotelescopio RATAN-600 ubicado en la Républica de Karacháyevo-Cherkesia, y los astrónomos la describen como «una señal bastante fuerte en dirección al sistema planetario HD164595», ubicado en la constelación Hércules.
La detección de la señal se llevó a cabo el pasado 15 de mayo de 2015 por un equipo de astrónomos internacionales, y el hallazgo será discutido en la conferencia del Comité Permanente del SETI el 27 de septiembre de 2016.
Existe la posibilidad, según el estudio en el que se publicó el hallazgo (liderado por el astrónomo N.N. Brusilov), de que la señal provenga de una civilización extraterrestre que busca hacer contacto, ya sea de una civilización tan avanzada que logró explotar el potencial de la estrella de su sistema (de tipo Kardashev II) o una que logró explotar el 100% del potencial de su planeta madre (de tipo Kardashev I).
El radio telescopio RATAN-600 in Zelenchukskaya es el más grande del mundo, con un diámetro de 576 metros
Sin embargo, un astrónomo del proyecto SETI@home dedicado a la búsqueda de vida extraterrestre no se encuentra completamente entusiasmado con este descubrimiento. De hecho, asegura que en SETI@home han detectado señales similares que han resultado siendo una sola cosa: una anomalía natural.
Sin duda, se necesita más análisis para asegurar que esta señal procede realmente de una inteligencia extraterrestre. La observación continua y el análisis de los datos obtenidos permitirán afirmar o descartar la procedencia extraterrestre de esta señal. Y es que seres de otros planetas o hasta galaxias podrían estar intentando comunicarse con la vida inteligente que se encuentra fuera, así como nosotros lo venimos haciendo desde hace muchos años. Hace poco hemos descubierto un planeta que podría albergar la vida, ¿y si las señales provienen de planetas cercanos que aún permanecen ocultos?
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