La nanotecnología es actualmente indispensable para todo lo que somos capaces de ver, tocar e incluso, oír. Pero nadie creería que la primera muestra de esta tecnología apareció hace 2.600 años, en la India.
En el año 2015 en la ciudad de Keeladi, a unos 450 kilómetros de Chennai, India, se encontraron diferentes piezas de cerámica y otros artefactos.
Sin embargo, nadie se esperaba que entre estos restos antiguos también se encontrasen el primer uso conocido en la historia de nanotecnología.
La primera nanotecnología del mundo
Las primeras nanoestructuras conocidas en hojas de acero de damasco databan del siglo XVI al XVIII. Los hallazgos en Keeladi datan del siglo III-VI a. C. Así lo dio a conocer el autor principal de la investigación, el Doctor Nogaboopathy Mohan.
Mientras observaban con detalle la cerámica encontrada, se dieron cuenta que éstas tenían unas pequeñas láminas negras. Aunque en un principio no pensaron que fuera algo importante, el análisis posterior demostró que eran «nanotubos de carbono».
Los nanotubos de carbono son pequeños tubos que miden la milmillonésima parte de un metro de diámetro. Fue descubierto en 1991 por el científico japonés Sumio Likima y, desde ese momento, los expertos han trabajado en él para mejorarlo.
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¿Entonces cómo es posible haber encontrado este dispositivo en ruinas del siglo III a. C.? De hecho, Mohan explicó que cuando descubrieron la noticia, esperaban que se tratase de algo arcaico y amorfo, pero se sorprendieron al ver la calidad del trabajo.
La investigación revela que el diámetro promedio de estos nanotubos está entre 0.6 nanómetros. Actualmente se sabe que el diámetro de un nanotubo que está totalmente libre de defectos es de 0.4.
En la actualidad es complicado sintetizar algún material libre de defectos o que se acerque a su estándar teórico ya que siempre hay variaciones de presión, temperatura u otros que se involucren en el proceso de síntesis.
Los nanotubos encontrados en Keeladi, los cuales se acercan peligrosamente a su límite teórico solo demuestran el dominio y precisión que se tuvo al momento de fabricarlos. Razón del por qué las nanoestructuras sobrevivieron más de 2000 años.
¿Casualidad o avanzados para la época?
Existen varias cuestiones sobre los nanotubos de carbono que llevan hacia diferentes teorías.
Actualmente se sigue investigando sobre el proceso de revestimiento de la cerámica usado Keeladi, el cual ha permitido que se conserve la estabilidad y suavidad de su superficie.
No se sabe si se usó algún material vegetal que al someterse a un proceso de cocción, llevaron a la formación de los nanotubos.
La alta resistencia y bajo peso de las nanoestructuras de carbono, los han llevado a ser probados en la actualidad en dispositivos electrónicos, sensores, baterías, equipos médicos entre otros.
Los encontrados en Keeladi estaban en el interior de la cerámica, lo que lleva a pensar que, si bien sus creadores sabían cómo sintetizarlos, no sabían realmente el uso que se les podía dar.
Pero también hay otra interrogante; actualmente se desconoce la toxicidad de los nanotubos de carbono, por lo que no es permitida su libre utilización, especialmente para fines comestibles o domésticos ¿Es posible que sus fabricantes fuesen conscientes de esta toxicidad?
El hallazgo de esta nanotecnología ha generado mucha polémica y más interrogantes que respuestas ¿Es posible que los antiguos artesanos de la India estuviesen mucho más avanzados de lo que creíamos?
Pueden obtener más información en la publicación científica realizada en la revista Nature.
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