Durante siglos se han encontrado pruebas de la existencia de Gigantes en diferentes civilizaciones, pero las élites han evitado que salga a la luz. Sin embargo, un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos ha obligado a uno de los institutos más importantes de la arqueología a publicar documentos clasificados donde podría revelarse la verdad…

El Instituto Smithsonian, uno de los más influyentes en la arqueología e investigación de civilizaciones antiguas ha sufrido un revés histórico ante la Corte Suprema de los Estados Unido y se le ha obligado a publicar documentos clasificados que datan de comienzos de 1900.

Durante el juicio, se ha demostrado que la organización, no solo conocía, sino que estuvo involucrada en los hallazgos históricos de restos de humanos gigantes en toda América, los cuales fueron ocultados y destruidos por su administración.

De esta forma, se aseguraron de proteger la cronología histórica tradicional de la evolución de la humanidad.

Documentos clasificados revelados: Smithsonian ocultó información sobre gigantes

Diversas y antiguas publicaciones en periódicos referidas a restos óseos de gigantes hallados.

Las denuncias se realizaron formalmente por parte de la Institución Estadounidense de Arqueología Alternativa, AIAA por sus siglas en inglés.

Entre las acusaciones resaltaba que el Instituto Smithsonian destruyó miles de restos humanos de tamaños colosales a comienzos del siglo pasados. La institución se defendió, contrademandando por difamación, daños y perjuicios a la credibilidad de 168 años de trayectoria.

Sin embargo, durante el juicio se presentaron nuevas pruebas que decantaron la balanza a favor de AIAA. Varios denunciantes que trabajan y trabajaron para el Instituto admitieron la existencia de documentos que, supuestamente, revelaban que se dio la orden de eliminar decenas de miles de esqueletos humanos entre el 1.80 metros hasta los 3.20 metros de altura.

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James Churward, portavoz de la AIAA, aseguró que la razón del por qué Smithsonian destruyó estas pruebas es porque la arqueología «no puede» admitir esta realidad por diferentes razones.

Churward explica que las instituciones arqueológicas occidentales han mantenido oculta esta información desde 1900 con un único fin; hacernos creer que América fue colonizada por primera vez por los pueblos asiáticos que migraron a través del Estrecho de Bering hace 15.000 años.

Sin embargo, cientos de miles enterramientos de montículos por todo el continente han demostrado que una civilización estuvo aquí antes, la cual mostraba signos de ser mucho más desarrollada al mostrar complejas aleaciones metálicas. Además, se encontraron muchos esqueletos de humanos gigantes que nunca se informaron a los medios de comunicación.

¿Evidencia irrefutable?

Supuesto fémur de 1.3 metros.

En el punto más álgido del juicio apareció la prueba más contundente; un fémur humano de 1.3 metros de largo que se enseñó ante los tribunales, con el objetivo de confirmar la existencia de humanos gigantescos.

El grupo de abogados del Smithsonian no pudo refutar tal evidencia, puesto que el fémur fue presentado por un comisario de alto nivel, quién hurtó el hueso ha mediado de los años 30. En su lecho de muerte, dejó por escrito que este era solo una de muchas operaciones encubiertas por la institución.

En relación a esto, en el año 2011, la American Institution of Alternative Archaeology (AIAA) descubrió en Ohio un fémur de dimensiones similares, el cual se usó en la corte para respaldar la veracidad del hueso presentado como prueba.

Un extracto de la carta decía lo siguiente:

“Es algo terrible lo que se le está haciendo al pueblo estadounidense. Estamos ocultando la verdad sobre los antepasados ​​de la humanidad, nuestros antepasados, los gigantes que vagaban por la tierra como se recuerda en la Biblia y en los textos antiguos del mundo”.

La Corte Suprema de EE. UU. ha obligado al Instituto Smithsonian a revelar públicamente toda información que se tenga o se relacione con la «destrucción de evidencia perteneciente a la cultura del constructor de montículos y con esqueletos humanos con mayor altura de lo usual».

Hans Guttenberg, director de AIAA, explicó que la publicación de estos documentos será de gran ayuda para los arqueólogos e historiadores conscientes para volver a estudiar todas las teorías sobre la evolución humana. Además, ayudará a entender mejor la cultura antigua de los «constructores de los montículos» en los Estados Unidos y el mundo en general.

Otros descubrimientos de gigantes

Alrededor del mundo se han encontrado muchos entierros de gigantes.

Uno de los hallazgos que podrían secundar la denuncia hecha por la AIAA fue hecho en 1912 por el equipo de arqueólogos del Beloit College de Estados Unidos.

Durante una excavación en el lago Delevan, en Wisconsin, se encontraron más de 200 montículos efigies que fueron considerados como un ejemplo clásico de la cultura Woodland. Una cultura que, se cree, perteneció al periodo prehistórico americano durante el año 1000 a. C.

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Lo que sorprendió a los investigadores realmente fue el descubrimiento de 18 esqueletos de dimensiones colosales y cráneos alargados. Estos no encajaban de ninguna manera en la historia clásica de los Woodland y general. Los restos, a pesar de tener rasgos humanos, parecían, incluso, ser de otra especie.

Esta noticia se difundió, llegando a ser publicada en el New York Times. Obviamente, la censura para la época era mucho menos mordaz que la actual.

Publicación del New York Times del 25 de diciembre de 1868 informando de un enorme esqueleto encontrado. Crédito: New York Times.

Esta podría ser una pequeña luz dentro de la oscura realidad en la que se encuentra la divulgación, con los monopolios de las élites que han reescrito nuestra historia a su antojo. Un siglo después, al fin sale un ápice de esperanza para la verdad.

Escrito por: Erick Sumoza, redactor de CodigoOculto.com

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