Se ha detectado un enorme cúmulo de galaxias lejanas sin el agujero negro supermasivo que se esperaba en su centro, a pesar de que su masa debería ser de aproximadamente tres y 100 mil millones de veces la del Sol.
Se teorizó que el agujero negro estaba en el cúmulo de galaxias Abell 2261, a unos 2.700 millones de años luz de la Tierra, según observaciones realizadas entre 1999 y 2004, según un comunicado de la NASA.
Más recientemente, los astrónomos de la West Virginia University utilizaron el Chandra X-ray Observatory de la NASA y el Telescopio Espacial Hubble para explorar el área, y no pudieron encontrar el agujero negro.
Casi todas las grandes galaxias del universo conocido contienen un agujero negro supermasivo. Cuanto más masa posee la galaxia, más enorme es el agujero negro. De hecho, se predijo que este agujero negro en particular sería uno de los más grandes registrados.
Para poner en perspectiva la idea de algo cien mil millones de veces la masa del Sol, se estima que el agujero negro supermasivo central de la Vía Láctea tiene solo cuatro millones de veces la masa del Sol.
Sin embargo el agujero negro no ha sido encontrado. Para explicar eso, los científicos han presentado varias explicaciones.
La primera es que el agujero negro podría haber sido expulsado de su galaxia anfitriona como resultado de la fusión de dos galaxias para crear una galaxia aún más grande, también llamado como «agujero negro en retroceso».
Alternativamente, los respectivos agujeros negros de las dos galaxias podrían haberse fusionado en un agujero negro supermasivo aún más grande, creando un núcleo gigantesco en el centro de la mega-galaxia resultante. Si bien este fenómeno aún no se ha observado directamente que involucre agujeros negros a tal escala, los astrónomos han observado fusiones que involucran agujeros negros sustancialmente más pequeños.
En un artículo que se publicará en la revista American Astronomical Society, un equipo dirigido por Sarah Burke-Spolaor de la West Virginia University presentó dos posibles explicaciones más: o simplemente no hay un agujero negro allí, o de hecho hay un agujero negro que simplemente no es lo suficientemente activo como para producir cantidades notables de rayos X para aparecer en las observaciones de Chandra.
Los científicos esperan usar el próximo telescopio espacial James Webb de la NASA para verlo más de cerca.
La investigación científica ha sido publicada en arXiv.org.
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