Francia ha sido autorizada por un comité de ética para iniciar el desarrollo de supersoldados, en una «innovación» que los funcionarios describen como un aspecto necesario para mantenerse al día con el resto del mundo.

Este martes, un comité de ética militar dio su autorización en un informe para comenzar a desarrollar supersoldados, según informa BBC, equilibrando las implicaciones morales de aumentar y alterar la humanidad con el deseo de innovar y mejorar las capacidades militares.

Con el visto bueno, Francia se une a países como EE. UU. , Rusia y China que, según se informa, están intentando darles a sus soldados actualizaciones de alta tecnología.

Reglas del juego

El comité de ética concluyó que el desarrollo de supersoldados inevitablemente introduce difíciles cuestiones filosóficas y morales, pero que Francia debe seguir el ritmo porque otros países están persiguiendo la misma tecnología. Aún así, BBC informa que estableció algunas reglas básicas, como prohibir los enfoques genéticos o eugenésicos.

Florence Parly, ministra de Defensa, dijo en un comunicado:

“Pero debemos enfrentar los hechos. No todo el mundo comparte nuestros escrúpulos y debemos estar preparados para lo que nos depare el futuro”.

Supersoldados, una realidad cercana

Crédito: Pixabay

La principal diferencia entre lo que estaba permitido y lo que no, según BBC, era si una mejora determinada evitaría que un soldado se reintegre a la sociedad después de servir.

Pero aparte de esas consideraciones, parece que la tecnología de supersoldado es un juego justo en Francia, ya sea un implante neuronal para mejorar las habilidades cognitivas de los soldados u otro tipo de tecnología que los fortalezca.

La producción de soldados aumentados, o incluso «super», puede estar más cerca de lo que muchos pensarían, y es probable que explorar la ética de su uso se convierta en un tema muy debatido en los próximos años. Sin embargo, dado que muchas naciones no divulgan las investigaciones militares que pueden conducir a tales soldados, es poco probable que se llegue a un acuerdo unilateral. Por lo tanto, si los países despliegan el «terminator» en combate, es muy posible que nosotros, los simples mortales, no lo sepamos por algún tiempo.