Anteriormente los científicos pensaban que que los planetas orbitaban obligatoriamente a una estrella, no importa la distancia; tal cual la Tierra orbita al Sol y tal cual Neptuno orbita al Sol. Pero en el año 2011 los astrónomos anunciaron que este punto de vista no es necesariamente exacto. Nuestro universo está realmente lleno de anomalías, planetas solitarios que no órbitan nada y están totalmente solos en la inmensidad del espacio. ¿Pero, de dónde proceden? La NASA podría tener por fin la respuesta: son en realidad enanas marrones.
Utilizando datos del telescopio espacial de infrarrojos Survey Explorer (WISE) de amplio campo y el Two Micron All Sky Survey (2MASS), la NASA fue capaz de identificar un planeta flotante, en un sistema de estrellas conocido como TW Hydrae family, situadas aproximadamente a 175 años luz de la Tierra.
Este nuevo «planeta», llamado WISEA J114724.10−204021.3 (o simplemente WISEA 1147), es de 5 a 10 veces del tamaño de Júpiter, según informa la NASA.
Dado que las estrellas alrededor del objeto recién descubierto son todas jóvenes – unos 10 millones de años – el equipo confía en que el objeto es también así.
Además, los planetas suelen tardar 10 millones de años en formarse, y muchos más para conseguir ser expulsado del sistema de estrellas del que eran una parte, lo que significa que, en base a la edad de WISEA 1147, no puede ser en realidad un planeta. Entonces, ¿qué es?
Según la NASA, la única opción es que estas misteriosas masas son en realidad brown dwarfs (enanas marrones). Caltech define de la siguiente manera a una enana marrón:
«Objetos que son demasiado pequeños para ser estrellas y demasiado grandes para ser llamados planetas. Tienen masas que van entre dos veces la masa de Júpiter y el límite de masa inferior para las reacciones nucleares.»
Se forman de igual manera que las estrellas, pero no son lo suficientemente densos.
Las enanas marrones son notoriamente difíciles de detectar porque están generalmente aisladas y, como su nombre indica, son tenues.
Para encontrar a WISEA 1147, el equipo buscó señales de calor y observó cómo se movió a lo largo de 10 años. «Las características de éste objeto ‘gritaban’, ‘Yo soy una joven enana marrón,’» dijo Adam Schneider de la Universidad de Toledo.
El siguiente paso para los investigadores es determinar cuál de estos planetas que flotan libremente son enanas marrones y cuáles son planetas reales que de alguna manera se apartaron de sus sistemas estelares – una tarea que ha sido difícil en el pasado, ya que rastrear estas masas solitarias es una hazaña muy complicada.
Una razón por la que los astrónomos quieren estudiar estos mundos aislados es que se parecen a los planetas, pero son más fáciles de estudiar. Los planetas alrededor de otras estrellas, llamados exoplanetas, apenas son perceptibles al lado de sus estrellas brillantes. Mediante el estudio de los objetos como WISEA 1147, que no tiene ninguna estrella madre, los astrónomos pueden aprender más acerca de sus composiciones y los patrones climáticos.
Las conclusiones del equipo han sido publicadas en The Astrophysical Journal y puede acceder a ellos en arXiv.org.
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