La Luna sigue atrayendo a ingenieros y científicos de todos los países, pero sólo unos pocos tienen los conocimientos y los recursos necesarios para volver a nuestro satélite natural.
Desde que EEUU llegó, vio, y se fue de la Luna, esta ha quedado prácticamente abandonada por la humanidad, que ha buscado otros horizontes que explorar. ¿Para qué volver a un lugar que ya hemos visitado? Es la lógica imperante entre las agencias espaciales. Pero puede que eso esté cambiando poco a poco, y que pronto nos encontremos ante la segunda gran carrera espacial hacia la Luna.
Un diseño clásico para el futuro
Y como no podía ser de otra manera, Rusia forma parte de esta carrera. O al menos ese es el plan, y para ello necesita un módulo lunar, que ya está siendo desarrollado, aunque por el momento no ha salido de la pantalla de un ordenador.
El módulo lunar ruso, con el que el país quiere finalmente llegar a donde llegó EEUU 46 años, no se aleja demasiado del diseño del módulo lunar del Apolo 11. Con cuatro patas, será capaz de llevar a dos cosmonautas desde la órbita de la Luna a su superficie, y por supuesto, de volver a despegar.
Cómo se producirá el lanzamiento del módulo lunar de Rusia
Con un peso de aproximadamente 20 toneladas, se trata de un módulo diseñado para ser lanzado en un cohete más pequeño, y por lo tanto más económico, que los gigantes que consumieron ingentes cantidades de combustible en el siglo XX. Incluso los ingenieros han ideado un plan para que la misión pueda usar los (relativamente) pequeños cohetes Angara-5V, haciendo varios lanzamientos.
En uno de ellos se lanzaría el módulo directamente hacia la órbita lunar, sin tripulación, y en otros dos cohetes irían cuatro cosmonautas y una nave de transporte, que se unirían al módulo en órbita. Dos de los cosmonautas entrarían en el módulo y realizarían el alunizaje, y los otros dos se quedarían a la espera en la nave de transporte. Cuando la misión en la Luna terminase, el módulo despegaría y se volvería a unir a la nave, que traería a la tripulación de vuelta a la Tierra.
El vehículo de las ilusiones rusas en la Luna aún no ha salido del ordenador
El módulo tendrá dos escotillas, una superior para unirse a la nave, y otra inferior por la que los cosmonautas podrán salir y caminar por la superficie. En cuanto al interior, los ingenieros siguen jugando con diferentes diseños, ya que el espacio disponible es muy valioso.
¿Llegará este módulo algún día a la Luna? No podemos responder a esta pregunta, ya que como muy pronto el primer viaje de cualquier nación hacia la Luna se produciría en una década, pero este diseño demuestra que es una posibilidad que las agencias siempre tienen en mente.
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Fuente: omicrono
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