El primer objeto interestelar en acercase al sistema solar fue ‘Oumuamua, y cuando se aproximó solo pudimos ver algunas características pero fue muy complicado determinar su lugar de origen. Ahora, un segundo visitante ha llegado al sistema solar y esta vez los científicos han logrado determinar a tiempo su lugar de partida.
Nuevamente, los astrónomos han detectado un objeto interestelar que se hunde a través de nuestro sistema solar. Pero esta vez, los investigadores piensan que saben de dónde vino.
Gennady Borisov, un astrónomo aficionado que trabaja con su propio telescopio en Crimea, vio por primera vez el cometa interestelar el 30 de agosto. Su hallazgo convirtió al objeto en el primer visitante interestelar descubierto desde que ‘Oumuamua pasó por nuestro vecindario solar en 2017. Ahora, en un nuevo documento, un equipo de investigadores polacos ha calculado la ruta que tomó este nuevo cometa, conocido como cometa 2I/Borisov o (en sus primeras descripciones) como C/2019 Q4, para llegar al pozo de gravedad de nuestro Sol.
Origen interestelar detectado
El lugar de partida del cometa parece ser un sistema binario de estrella enana roja a 13.15 años luz de distancia, conocido como Kruger 60.
Cuando se rastreó el camino del cometa Borisov a través del espacio, se descubrió que hace 1 millón de años, el objeto pasó a solo 5.7 años luz del centro de Kruger 60, moviéndose a solo 3.43 kilómetros por segundo, escribieron los investigadores.
Eso es extremadamente rápido en términos humanos. Y los investigadores descubrieron que si el cometa realmente se movía tan lentamente a una distancia de no más de 6 años luz de Kruger 60, probablemente no solo estaba pasando. Ese es probablemente el sistema estelar del que proviene, dijeron. En algún momento en el pasado distante, el cometa Borisov orbitaba animadamente esas estrellas de la misma manera que los cometas en nuestro sistema orbitan el Sol.
Evidencia del origen interestelar
Ye Quanzhi, astrónomo y experto en cometas de la University of Maryland que no participó en este artículo, dijo en un comunicado que la evidencia que fija el cometa 2I/Borisov en Kruger 60 es bastante convincente en base a los datos disponibles hasta ahora.
Quanzhi dijo:
Si tienes un cometa interestelar y quieres saber de dónde viene, entonces debes verificar dos cosas. Primero, ¿ha tenido este cometa una pequeña distancia de paso desde un sistema planetario? Porque si viene de allí, entonces su trayectoria debe cruzarse con la ubicación de ese sistema.
Aunque los 5.7 años luz entre el nuevo cometa y Kruger pueden parecer más grandes que una «pequeña brecha», casi 357.000 veces la distancia de la Tierra al Sol, es lo suficientemente cerca para este tipo de cálculos. Segundo, generalmente los cometas son expulsados de un sistema planetario debido a las interacciones gravitacionales con los planetas principales en ese sistema”.
En nuestro sistema solar, eso podría verse como Júpiter atrapando un cometa que está cayendo hacia el sol, lanzándolo en una breve órbita parcial y luego arrojándolo hacia el espacio interestelar.
Quanzhi dijo:
Esta velocidad de expulsión tiene un límite. No puede ser infinito porque los planetas tienen cierta masa. Júpiter es bastante masivo, pero no se puede tener un planeta que sea 100 veces más masivo que Júpiter porque entonces sería una estrella”.
Ese umbral de masa establece un límite superior en las velocidades de los cometas que escapan de los sistemas estelares, dijo Ye. Y los autores de este artículo mostraron que el cometa 2I/Borisov se encontraba dentro de la velocidad y distancia mínimas de Kruger 60 para sugerir que se originó allí, suponiendo que sus cálculos de su trayectoria sean correctos.
Sin embargo, los autores del artículo fueron cuidadosos al señalar que estos resultados aún no deben considerarse concluyentes. Los astrónomos aún están recolectando más datos sobre el camino del cometa 2I/Borisov a través del espacio, y datos adicionales pueden revelar que la trayectoria original era incorrecta y que el cometa provenía de otro lugar.
El estudio científico será publicado en una revista revisada por pares y puede ser leído en su totalidad en el servidor de pre-impresión arXiv.org.
Fuente: Live Science
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