Los sistemas autónomos de armas que pueden matar sin intervención humana estarán en uso dentro de unos años a menos que un tratado global los prohíba, afirma un especialista en ética de la Universidad de Yale.
Dentro de poco, gracias a los avances en la inteligencia artificial (IA), los robots serán capaces de hacer casi todo lo que hacen los humanos, lo cual pondrá en peligro millones de puestos de trabajo en las próximas décadas, han anunciado expertos de la IA en una reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
“Creo que la sociedad debe afrontar esta cuestión antes de que esté encima: Si las máquinas son capaces de hacer casi cualquier trabajo que pueden hacer los humanos, ¿qué harán los humanos?”, ha preguntado Moshe Vardi, director del Instituto de Tecnologías de la Información en la Universidad Rice de Texas, citado por AFP. “¿Puede la economía global adaptarse a un desempleo mayor del 50 por ciento?”, ha añadido Vardi.
Otra preocupación consiste en que “no conocemos el ritmo de crecimiento de la inteligencia de las máquinas y cuán listos llegarán a ser”, ha subrayado Bart Selman, profesor de informática de la Universidad Cornell.
Selman ha subrayado que en 2015, la inversión en la IA en EE.UU. fue la más alta desde el nacimiento de la industria. Asimismo, el Pentágono ha solicitado 19.000 millones para desarrollar sistemas de armas inteligentes. Lo que es preocupante sobre estas nuevas tecnologías es su habilidad de analizar los datos y realizar tareas complejas, lo cual, a su vez, suscita preocupaciones sobre si un día los humanos podrán perder el control sobre la IA, advierte Selman.
Para Wendel Wallach, especialista en ética de la Universidad de Yale, ante estas amenazas hace falta una respuesta global: “es necesaria una acción coordinada para mantener a la tecnología como un buen servidor y no permitirle convertirse en un amo peligroso”. Wallach advierte que la tecnología ha avanzado tanto que un robot capaz de matar a personas por voluntad propia pronto se hará realidad.
“Una de las preocupaciones expresadas por los críticos de los robots militares es la perspectiva de que el armamento robótico baje las barreras psicológicas para desatar guerras. Otra gran preocupación es que las máquinas robóticas de combate en un futuro relativamente cercano podrían iniciar una actividad letal de manera autónoma”, cita a Wallach ‘The Sunday Times’.
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