Más de uno quisiera estar allí, y es que pensar en cientos de planetas bañados casi totalmente en oro y platino es capaz de despertar la fiebre más extrema.
Esto es precisamente lo que ocurrió en una galaxia. En un abrir y cerrar de ojos, explosiones monstruosas de dos estrellas de neutrones causaron que todo quede bañado en oro y platino.
Las estrellas de neutrones están entre los objetos más masivos del universo y su colisión es tan violenta que tiene la capacidad de sacudir el tejido del espacio-tiempo.
Esta sacudida, conocida como «nova», libera ondas que se extienden por el cosmos y alimenta explosiones cataclísmicas que crean metales preciosos. Así, una galaxia entera podría quedar en segundos bañada en oro y platino, de acuerdo con los autores de un nuevo estudio.
Una kilonova
Los cálculos realizados por los científicos, que empezaron a investigar este fenómeno en 2010 y que solo lograron tener prueba de su existencia en 2016, indicaban que la colisión debería brillar como 1.000 novas, de allí su nombre: kilonova.
Sin embargo, fue solo en agosto de 2017 cuando el interferómetro láser del observatorio Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory (LIGO) en Hanford (EE.UU.), uno de los instrumentos científicos de mayor precisión del mundo, captó las ondas gravitatorias producidas por este gran choque.
Fue el descubrimiento del año, incluso, la Real Academia de Ciencias Sueca, que entregó el premio Nobel a los responsables del experimento, lo calificó como un hallazgo que«sacudió al mundo».
Ahora, en este nuevo estudio, un equipo internacional de científicos comparó el conjunto de datos parciales de 2017 con observaciones más completas de una supuesta kilonova que ocurrió en 2016 y fue observada por varios telescopios espaciales.
Eleonora Troja, científica investigadora asociada de la University of Maryland (UMD), dijo en un comunicado:
Fue una combinación casi perfecta. El evento de 2016 fue muy emocionante al principio. Estaba cerca y visible con todos los telescopios principales, incluido el telescopio espacial Hubble de la NASA. Pero no coincidió con nuestras predicciones: esperábamos ver que la emisión infrarroja se volviera más y más brillante durante varias semanas”.
Esto confirma que la explosión de 2016 fue una fusión galáctica masiva, probablemente entre dos estrellas de neutrones, al igual que el descubrimiento de 2017. Con los datos de 2016, los científicos pudieron observar los restos de la explosión.
Geoffrey Ryan, de la University of Maryland y coautor del estudio, dijo en un comunicado:
El remanente podría ser una estrella de neutrones hipermasiva altamente magnetizada conocida como magnetar, que sobrevivió a la colisión y luego colapsó en un agujero negro”.
Lo interesante de este descubrimiento, de acuerdo con Ryan, es que desafía la teoría, ya que los magnetar deberían desacelerar o incluso detener la producción de metales pesados. Sin embargo, se observaron grandes cantidades de metales pesados en 2016.
Lo que es más, muchos científicos sostienen que todo el oro y el platino de la Tierra se formó en explosiones como estas: gracias a las antiguas fusiones de estrellas de neutrones cercanas a nuestra galaxia.
Los hallazgos del estudio han sido publicados en la Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Fuente: University of Maryland / Sputnik News
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