Una nueva investigación de la Queen’s University Belfast y Aberystwyth University ha revelado que el campo magnético del Sol es diez veces más fuerte de lo que se creía.
El estudio realizado por el Dr. David Kuridze, investigador en la Aberystwyth University, permitió al equipo determinar la fuerza del campo magnético de la llamarada solar con una precisión sin precedentes. Los investigadores creen que los hallazgos tienen el potencial de cambiar nuestra comprensión de los procesos que ocurren en la atmósfera inmediata del Sol.
El Dr. Kuridze dijo en un comunicado:
Todo lo que sucede en la atmósfera exterior del Sol está dominado por el campo magnético, pero tenemos muy pocas medidas de su fuerza y características espaciales. Estos son parámetros críticos, los más importantes para la física de la corona solar.
Es como tratar de entender el clima de la Tierra sin poder medir su temperatura en varias ubicaciones geográficas. Esta es la primera vez que hemos sido capaces de medir con precisión el campo magnético de los bucles coronales, los bloques de construcción de la corona magnética del Sol, que tienen tal nivel de precisión”.
Midiendo las llamaradas solares
Con una extensión de 1.400,000 kilómetros (109 veces más grande que la Tierra) y a 150.000.000 kilómetros de la Tierra, la corona del Sol se extiende millones de kilómetros sobre la superficie.
Las llamaradas solares aparecen como destellos brillantes y se producen cuando la energía magnética que se ha acumulado en la atmósfera solar se libera repentinamente.
Hasta ahora, la medición exitosa del campo magnético se ha visto obstaculizada por la debilidad de la señal de la atmósfera solar que llega a la Tierra y la información de sobre el campo magnético y las limitaciones en la instrumentación disponible.
Los campos magnéticos informados en este estudio son similares a los de un imán de nevera típico y aproximadamente 100 veces más débiles que el campo magnético encontrado en un escáner de IRM (imagen de resonancia magnética).
Sin embargo, aún son responsables del confinamiento del plasma solar, que constituye las erupciones solares, hasta 20.000 km por encima de la superficie solar.
La investigación
Durante un período de 10 días en septiembre de 2017, el Dr. Kuridze estudió un área activa en la superficie del Sol que el equipo sabía que era particularmente volátil.
Sin embargo, el telescopio utilizado solo puede enfocar en el 1% de la superficie del Sol en un momento dado. Por suerte, el Dr. Kuridze estaba enfocando exactamente en el área correcta y en el momento correcto cuando la erupción solar ocurrió.
Estas llamaradas solares pueden conducir a tormentas que, si golpean la Tierra, forman auroras boreales.
También pueden interrumpir los satélites de comunicaciones y los sistemas GPS, como se demostró en esta ocasión en septiembre de 2017.
El estudio científico ha sido publicado en Astrophysical Journal y también puede ser leído en su totalidad en arXiv.org.
Muchisima gracias por! Tantas y buenastantas informaciones…
Hola Ruben, gracias por ser un asiduo lector del sitio. ¡Un abrazo!