La magnetósfera, nuestra burbuja protectora contra las dañinas partículas cargadas, ha registrado una explosión que la NASA ha podido presenciar con gran detalle.
En algunas ocasiones, el campo magnético de la Tierra modifica sus franjas, enviando duchas explosivas de partículas cargadas que se derraman en la atmósfera.
Ahora, 4 satélites de la NASA, Magnetospheric Multiscale (MMS), han grabado con gran detalle una de estas explosiones en el lado nocturno del planeta, entregando a los científicos importante información sobre este fenómeno que agita los vientos del espacio en el Sistema Solar.
El evento ha sido visto en la sección de cola de la gigantesca burbuja magnética con forma de cometa que rodea nuestro planeta. Esto ha permitido revelar la existencia de flujos suaves de chorros de electrones de alta energía que se trasladan a impresionantes velocidades de hasta 15.000 kilómetros por segundo.
Erupciones magnéticas ¿Una amenaza espacial?
Debido a que estos fenómenos representan una amenaza para nuestro planeta, deberíamos conocer lo más posible sobre estas inesperadas erupciones.
La superficie de nuestro planeta está protegida de la lluvia constante de electrones y protones de alta velocidad que se derraman del Sol mediante un paraguas magnético.
El «tejido» de este paraguas se retuerce y ondula con energía a medida que arrastra las partículas a lo largo de los canales en bucle, y finalmente regresa al espacio.
Estas partículas de alta energía no son exactamente buenas para la vida aquí en la superficie. Suficiente de ellas también podrían causar el caos para los sistemas electrónicos delicados y las redes eléctricas .
Saber que estos eventos ocurren es una cosa. Pero lograr ver uno en alta resolución a medida que sucede nos ayuda a refinar nuestras ideas sobre cómo ocurren no solo sobre nuestro planeta, sino en todo el Universo.
Roy Torbert, principal investigador de la misión MMS, dijo en un comunicado:
Esto es importante porque cuanto más sepamos acerca de estas reconexiones, más podremos prepararnos para los eventos extremos que son posibles a partir de reconexiones alrededor de la Tierra o en cualquier parte del Universo”.
La formación piramidal de satélites MMS rodea nuestro planeta en una órbita ancha y circular que lo lleva a casi 153,000 kilómetros de la superficie.
Nuestra magnetósfera no posee una forma uniforme, es distorsionada constantemente por el propio campo magnético del Sol y las corrientes de partículas que se extienden a una larga cola desde el lado nocturno del planeta.
Esto se debe en gran parte a que la magnetosfera no es exactamente una forma uniforme, distorsionada a grandes alturas por el propio campo magnético del Sol y las corrientes de partículas en una larga cola que se extiende desde el lado nocturno del planeta.
Cada vez es más necesario obtener mayores datos sobre el campo magnético de nuestro planeta y las interacciones que ocurren en él. Necesitamos saber cómo rastrear las partículas de alta energía que vienen desde el Sol.
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El estudio científico ha sido publicado en la revista Science.
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