Nuestro día a día transcurre enfocándonos en si alguien fue grosero, sobre el tráfico, pensando en nuestro trabajo. Continuamente nos enojamos, y nos volvemos a enojar; más tarde nos ponemos tristes por cosas que no valen la pena y que probablemente no recordarás al día siguiente.
Llegamos a pensar en que nuestros problemas son inmensos, únicos e imposibles de solucionar, sin darnos cuenta de que todos los humanos estamos en este planeta luchando la misma batalla, y la mayoría compartimos problemas similares.
Y en el gran esquema de las cosas, incluso nuestro planeta es una pequeña mota de polvo. Estamos dentro de un sistema solar de decenas de miles de millones de sistemas solares en una galaxia de 100 mil millones.
Algunos científicos especulan que a medida que la tecnología de telescopios mejora, los 100 mil millones pueden aumentar a más de 200 mil millones de galaxias. Y eso es solo la parte observable.
Poniendo esto en perspectiva, sus problemas no son tan grandes. La humanidad no es tan grande. Todo lo que sucedió, todo lo que sabes, no es tan grande.
Cada persona que alguna vez se enamoró, cada hombre, mujer, niño, cada héroe y villano, cada animal, cada leyenda, cada historia jamás contada, cada guerra peleada, todo sucedió aquí.
Sucedió en esta pequeña mota de polvo, en medio del infinito. Cada canción, película, pintura, libro, juego, invención, tecnología fue creada aquí.
Tenemos esta gran cantidad de conocimiento sobre la historia y nuestro planeta y, sin embargo, es solo un planeta entre más de billones de otros.
Estos otros planetas pueden tener vida propia. Todos ellos tienen su propia historia, sus propios eventos e historias importantes, sus villanos y sus héroes.
Y para ellos, sus problemas son lo más grande en el Universo, igual que para nosotros. También pueden enfatizar sobre cosas insignificantes.
Podrían pensar que son lo mejor, o que llevan la misión principal de el Universo en sus espaldas.
Pero en la imagen más grande, todos somos solo puntos flotando en un charco de oscuridad. Estamos esperando ser conscientes el uno del otro, o tal vez estamos realmente solos.
Ambos escenarios dan miedo, y ambos son igualmente reales. Nos dice que solo somos bebés, la verdadera aventura aún está por delante. Mira este video y lo entenderás.
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