Un grupo de investigadores del Pennsylvania State’s Materials Research Institute han elaborado un dispositivo portátil que recolecta la energía de las vibraciones de baja frecuencia producidas por el cuerpo humano.
Siempre estamos buscando como perfeccionar las energías renovables. Obtener energía de las vibraciones naturales es una alternativa simple, mecánica y de fuente inagotable.
En CodigoOculto.com ya habíamos hablado de la capacidad de obtener electricidad del cuerpo humano. Esta nueva tecnología también está basada en el llamado efecto piezoeléctrico, que es la generación de electricidad a través de la deformación de ciertos cristales (por la acción de estirarse y comprimirse). Tal energía es almacenada en un capacitor o una batería recargable (eliminando la necesidad del desecho de baterías).
El dispositivo desarrollado por los científicos en Pennsylvania puede utilizarse como pulsera y estuvo diseñado específicamente como un sensor autosustentable para un sistema de monitoreo de salud personal (medición del nivel de glucosa de la sangre, ritmo cardíaco, nivel de serotonina, etc.).
El elemento principal es el cristal sintético PZT. Tal cristal produce electricidad a través de la vibración de baja frecuencia producida por cualquier movimiento del brazo, ya sea al trotar, al hacer ejercicio para brazos o incluso tocar algún instrumento musical como la batería de percusión.
Susan Trolier-McKinstry del Materials Science and Engineering and Electrical Engineering, Penn State, dijo en un comunicado:
Los dispositivos que fabricamos utilizando nuestros materiales optimizados se ejecutan entre 5 y 50 veces mejor que cualquier otra cosa que se haya reportado”.
El PZT forma parte de un generador miniatura: un rotor de cobre con un imán incrustado e imanes en cada una de las múltiples vigas de PZT. Con la rotación los imanes se repelen y generan una conversión ascendente de frecuencia. Trolier-McKinstry también recubrió el PZT con papel metálico para poder generar mayor energía con mayor volumen.
Tal diseño aprovecha de forma muy óptima las vibraciones naturales del cuerpo humano. Es emocionante que ya se puedan utilizar estas vibraciones para transmitir energía a dispositivos pequeños portátiles. Aunque sea poca, recordemos que la energía siempre se puede almacenar (y amplificar).
Los detalles del hallazgo han sido publicados en en el sitio web de Penn State News.
El estudio científico ha sido publicado en Advanced Functional Materials.
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