Los astronautas del Apolo trajeron una buena carga de muestras de rocas de la superficie lunar. Sorprendentemente, los investigadores encontraron restos de aminoácidos en ellos.
Los aminoácidos son la base de toda vida en la tierra. Son los bloques de construcción de las proteínas que forman nuestros músculos y todas las hormonas corporales, que son esenciales para la mayoría de las funciones corporales como la digestión, la reparación de tejidos, y casi todos los tipos de función bioquímica en nuestros cuerpos.
Entonces ¿existe vida en la Luna? Para responder a esta pregunta debemos considerar antes estas cuestiones dadas por los científicos para explicar estas anomalías.
Pueden haber 4 explicaciones.
1. La contaminación resultante de la actividad humana allí.
2. El combustible
3. El viento solar, el cual podría contener trazas de aminoácidos.
4. Las rocas espaciales: asteroides, meteoritos.
Décadas después del descubrimiento, aún los científicos no pueden establecer el verdadero origen de estas “huellas de vida”.
Si tal vez los restos procedían de los cohetes Apolo, por defecto se podría esperar que se encuentren concentraciones de huellas menores que las muestras recogidas de la concentración encontrada en la cámara del cohete. Por otro lado, si las muestras procedían de viento solar, la concentración debería haber disminuido al cavar profundo en el suelo. Los resultados fueron negativos tanto para los casos mencionados.
Además se tomó una muestra desde un punto a millas de distancia del cohete; y esta tenía la misma concentración que una muestra que se raspó de debajo del cohete. En este caso sin embargo, la concentración aumenta con la profundidad de la muestra analizada. En consecuencia, la segunda y tercera hipótesis fueron descartadas, y sólo dos posibilidades se mantuvieron. O bien podría tratarse por formas de contaminación de la Tierra o de los asteroides.
Debemos conocer que los aminoácidos del espacio son muy diferentes de los aminoácidos de la Tierra que crean vida. Aquí en la tierra, los seres vivos utilizan carbón de una manera diferente en comparación con los no vivos. Los seres vivos utilizan una forma más ligera de carbono conocida como C-12, mientras que las moléculas orgánicas que se encuentran en la asteroides suelen tener el tipo más pesado de carbono conocido como el C-13. Un análisis de una parte de las muestras recogidas reveló que estas tuvieron una menor proporción de C-13, lo que indica que estas huellas fueron resultado de la contaminación de la tierra. Sin embargo otra parte de las muestras solamente podrían haber sido producto de caídas de meteoritos o asteroides, o de vida oriunda de la Luna ( en ambos casos es igual de extraño).
Día a día descubrimos nuevas evidencias que sugieren la existencia de vida extraterrestre en nuestro sistema solar. Cada cierto tiempo se descubren planetas potencialmente habitables a años luz de distancia dejándonos la idea de que nuestro Universo es un “criadero de vida”.
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