Según la Biblia, dos personas lograron poblar el planeta: Adán y Eva; sin embargo viéndolo de manera científica, ¿sería posible que dos personas logran poblar el planeta? Hay que tener en cuenta los problemas de salud derivados de la endogamia y un limitado acervo genético.

Empecemos con los problemas más resaltantes. La primera generación resultante de esta unión serían, obviamente, hermanos, en la segunda generación todos serían primos.

Estudios y análisis han demostrado que cuando parientes de primer o segundo grado tienen hijos entre ellos, los resultados no son muy buenos. Un informe que analizó niños de República Checa, nacidos entre los años 1933 y 1970 mostró una alta tasa de mortalidad infantil y problemas mentales y físicos.

Un caso real ocurrió en la isla de Pingelap, donde un tifón devastador dejara solo 20 sobrevivientes disponibles para poblar nuevamente la comunidad, causó daltonis generalizada entre los descendientes.

Como informa BBC Future, la realeza europea, y los matrimonios estratégicos realizados (entre ellos), tuvieron algunos resultados no esperados. Por ejemplo, Carlos II de España, nació con diversas discapacidades físicas y mentales, algo que un equipo de científicos españoles atribuyó a su alto «coeficiente de endogamia». Es decir, heredó muchos genes idénticos de ambos padres.

Existen más estudios, sin embargo el problema es el mismo en varios casos: la existencia de un pequeño conjunto de genes.

Las enfermedades hereditarias raras (por ejemplo el daltonismo) generalmente se producen cuando dos copias de un gen son transmitidas por la madre y el padre.

Si esos padres también son hermanos, es mucho más probable que sus genes sean similares. El problema luego se propaga a través de las generaciones.

Y eso no es todo. La diversidad genética permite que las especies superen los problemas y eviten los cambios en el medio ambiente, y eso es precisamente lo que se pierde cuando los parientes cercanos se reproducen. Y la calidad del esperma y la calidad de los espermatozoides también se sabe que se ven afectados por la endogamia.

Bruce Robertson de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda dijo a BBC Future: «Con un pequeño tamaño de la población, todos se relacionarán tarde o temprano, y a medida que la relación aumenta los efectos de la endogamia se vuelven más importantes». Robertson es parte de un equipo que trata de proteger a la población restante de loros kakapo para que no se extingan.

Según la ciencia, el hipotético caso de un Adán y una Eva para poblar el mundo resulta muy complicado y con muchos problemas.

Sin embargo, debemos tomar en cuenta algunos grupos de sobrevivientes que han logrado crecer en número y superar las probabilidades matemáticas a pesar de lo que dicte la genética, por ejemplo la comunidad hutterita de América del Norte, descendiente de solo 18 familias.

Aunque esta posibilidad se plantea con muchos riesgos, según la historia, es posible en un porcentaje muy pequeño.