La potente «señal extraterrestre», observada por la comunidad científica a principios de esta semana, fue transmitida por uno de los satélites en la órbita geoestacionaria. El telescopio de Arecibo captó la señal mientras examinaba la estrella GJ447, comunica el servicio de prensa de la Universidad de Puerto Rico.
«Lo más probable es que nuestra ‘rara señal’ fuera emitida por uno o varios satélites en la órbita geoestacionaria. Sin embargo, hasta ahora, no excluimos por completo otras versiones y anomalías», sostuvo el profesor Abel Méndez de la Universidad de Puerto Rico, el primero en descubrir la señal.
Durante más de medio siglo, los astrónomos del Centro SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, en inglés) de la Universidad de Berkeley, en California, EEUU, han buscado vida más allá de la Tierra, escuchando las señales que vienen de diferentes puntos de la galaxia. Aunque todavía no han logrado encontrar ninguna evidencia de vida inteligente, esta tarea, según las estimaciones de NASA y del SETI, se puede resolver muy pronto, entre los próximos 10 y 20 años.
A mediados de julio, Méndez manifestó que encontraron esta ‘rara señal’ mientras analizaban la pequeña estrella GJ 447 en la constelación de Virgo.
Este descubrimiento obligó a los científicos a realizar investigaciones posteriores con la ayuda del radiotelescopio Arecibo que, de hecho, comprobaron la existencia de la señal.
Sin embargo, las investigaciones posteriormente del equipo de Méndez demostraron que el astro GJ 447 se encuentra en un lugar que las órbitas de muchos satélites geoestacionarios atraviesan y que dan una señal casi en la misma frecuencia donde interceptaron la señal de Méndez.
Por esto, con un alto nivel de probabilidad, se puede concluir que esta ‘rara señal’ no fue emitida por los extraterrestres o relámpagos en la superficie del GJ 447, sino por los satélites de comunicación.
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