Autor: Rodolfo Salas-Gismondi, Ph.D.
Resumen. El periodista Jaime Maussan ha defendido la autenticidad «no humana» de diversos restos de momias procedentes de Nasca en base a lo determinado por su equipo de científicos internacionales, luego de la inspección directa de los especímenes y análisis de radiografías. Respecto a la mano que analizo en este artículo, el Sr. Maussan refirió (programa «Contacto»; 2 de julio) que sus científicos han coincidido en afirmar que cada dedo posee seis falanges y que las manos son anatómicamente correctas y funcionales.
En base a la radiografía de esta mano y usando anatomía comparada básica, identifico los huesos que la conforman y demuestro que (1) la mano está formada por al menos dos individuos humanos y (2) que cada dedo tiene dos metacarpos (humanos), una absoluta aberración anatómica y evolutiva. Esta no es una opinión, es el resultado del análisis anatómico-comparativo. Este descarado montaje es la evidencia científica que el equipo de Maussan defiende como auténtico. El análisis anatómico demuestra que los científicos del Sr. Maussan, incluido el forense mexicano José de Jesús Salce y el médico cirujano peruano Edson Salazar, no son capaces de distinguir entre un metacarpo y una falange, o no quieren hacerlo.
Cuando uno escucha los comentarios del Sr. Maussan, del destacado forense mexicano José de Jesús Salce y del médico cirujano peruano Edson Salazar, sobre la autenticidad de los restos de Nasca, estos resultan bastante convincentes. Esta capacidad de persuasión no solo radica en el apasionamiento que transmiten, sino también en que todas y cada una de sus argumentaciones se encuentran supuestamente respaldadas por el conocimiento y la pericia que les confieren sus profesiones y por, a decir del Sr. Maussan, todo un equipo de reputados científicos internacionales.
En este artículo analizo la mano que el equipo de eminentes científicos reunido por Maussan determinó como auténtica y anatómicamente funcional. El resultado no habla bien de los conocimientos anatómicos de este equipo.
Identificación de los huesos que conforman la mano proporcionada por el francés Thiery Jamin.
Como referencia, la Figura 1 muestra una imagen radiográfica de un brazo humano con los huesos nominados.
Según el Sr. Maussan, la mano «alienígena» fue proporcionada por el francés Thierry Jamin (Figura 2). Para la identificación y análisis de la mano he utilizado la imagen radiográfica mostrada por el Sr. Maussan en el programa «Contacto» del 2 de julio del presente (https://www.youtube.com/watch?v=wzpZYcVI6Rk). La imagen muestra una mano con tres dedos. De acuerdo con los eruditos del Sr. Maussan, cada dedo está formado por seis falanges y los metacarpos (que conformarían la palma de la mano) son largos, delgados y forman una palma rectangular. Este análisis es absolutamente superficial, incorrecto, y está basado en la posición relativa de los huesos y no en la morfología de cada hueso.
En una mano humana, como en la de otros vertebrados (por ejemplo, mamíferos, reptiles y aves), cada dedo posee solo un metacarpo y generalmente varias falanges (Figura 1). El número de falanges es variable entre especies, pero nunca hay más de un metacarpo por dedo. Los metacarpos son huesos con facetas de articulación complejas y muy diferentes a la morfología simple de las falanges, es decir, no es posible confundir metacarpos con falanges cuando se cuentan con imágenes relativamente claras. En la radiografía de la mano «alienígena» de Jamin, el análisis morfológico de los huesos indica que cada dedo está formado por dos metacarpos y cuatro falanges y no por seis falanges como indicaron el forense mexicano y los demás científicos de Maussan. Todos estos huesos son de humanos adultos. En las figuras, los verdaderos metacarpos están indicados con «MC» y las falanges con «F». En cambio, los «metacarpos largos y delgados que forman una palma rectangular» (según fueron identificados por los científicos del Sr. Maussan) son en realidad huesos diversos: dos metacarpos humanos dispuestos simétricamente (pero en sentido inverso), dos posibles falanges y varios huesos largos. Lo curioso es que estos huesos largos no tienen facetas articulares definidas y poseen las epífisis desoldadas (por ejemplo, tibia de Figura 2), por lo que probablemente sean huesos de individuos inmaduros, por ejemplo, niños muy pequeños (neonato). El reducido tamaño de estos huesos y su morfología también indicarían que se trata de los huesos del brazo y/o la pierna de neonatos.
Al comparar la mano de Thierry Jamin con la de Paul Ronceros (Figura 3) se observa un patrón similar. Es decir, cada dedo está formado por al menos dos metacarpos humanos. La «palma» de la mano incluye varios huesos largos. En este caso es más evidente que uno de los huesos de la palma es un radio o un cúbito de niño. Además, en esta mano algunos metacarpos están mezclados entre las falanges, sin ningún sentido anatómico. Incluso, uno de los dedos tiene una falange al revés, es decir orientada en el sentido anatómicamente incorrecto.
En síntesis, la mano considerada auténtica por el equipo de científicos de Maussan posee dos filas de metacarpos humanos. Los huesos de la supuesta «palma» rectangular, son probablemente huesos de brazos y piernas de individuos humanos neonatos. La mano presentada por Paul Ronceros también posee más de una fila de metacarpos humanos y además metacarpos mezclados entre las falanges e incluso una falange al revés. Ninguna de las manos tiene sentido anatómico, funcional o evolutivo y claramente han sido armadas a partir de más de un individuo humano. Al parecer, ambas manos incluyen huesos del brazo y la pierna de individuos neonatos en la zona de la «palma» de la mano, por lo que presumo que el mismo autor construyó ambas manos mezclando en cada caso huesos largos (cúbito, radio, tibia, peroné) de individuos neonatos con metacarpos y falanges de adultos.
Según Jaime Maussan la mano presentada por Thierry Jamin ha sido datada (con Carbono 14) en 1200 años de antigüedad en la Universidad Autónoma de México. Estos resultados son indicadores del carácter arqueológico de los restos utilizados para la construcción de esta mano. Las modificaciones de las manos de la momia «María» descritas en el post anterior también fueron hechas sobre material arqueológico, lo que demuestra una destrucción sistemática de restos patrimoniales en la zona de Nasca. Esta nociva actividad se puede incrementar si se sigue presentando irresponsablemente evidencia falsa como la analizada en este artículo. Este tema puede tornarse aún más delicado si alguno de los huesos humanos pertenece a esqueletos no arqueológicos.
Los destacados científicos del Sr. Maussan, entre ellos el médico cirujano peruano Edson Salazar y el forense mexicano José de Jesús Salce, no han podido distinguir falanges de metacarpos. Sus convincentes declaraciones sobre la autenticidad de estos restos no están basadas en el conocimiento científico y dejan un sabor amargo sobre las verdaderas razones que subyacen a esta descarada farsa.
En relación a la momia de Maussan, denominada «María» (ver post anterior), quisiera agregar que la evidencia «no humana» es tan pobre que no se necesitan tomografías axiales computarizadas, ni exámenes de ADN para determinar que es una momia arqueológica humana. La anatomía comparada (no el Photoshop) muestra que las manos tienen la forma y proporciones de las manos humanas luego de las alteraciones descritas. Los huesos del pie corresponden con huesos humanos. El cráneo deformado, alargado se ha documentado en momias humanas de culturas prehispánicas de la zona. El resto del esqueleto corresponde con el de un humano. ¿Cuál sería el resultado de un análisis de ADN si la anatomía corresponde con la de un humano? Si el fenotipo (la anatomía) es resultado del genotipo (la información genética), el ADN sería más cercano al de un humano que al de un chimpancé. ¿De qué evidencia extraterrestre estamos hablando?
A esta evidencia anatómica de fraude, debemos sumar que nadie conoce la procedencia exacta de todos estos restos, que tampoco se conoce al descubridor, que todos los restos permanecen ocultos, y que alteraciones sobre restos arqueológicos han ocurrido anteriormente en la zona de Ica y Nasca. Además, el Sr. Maussan ha defendido anteriormente evidencia «alienígena» que se ha probado falsa y vive de esta actividad.
Declaración del autor. No estoy coludido con el gobierno, ni respondo a intereses mayores. Simplemente, no puedo soportar que se monte una mentira de esta magnitud a través de la manipulación de la evidencia científica.
Vía: Utero.pe
Autor: Rodolfo Salas-Gismondi, Ph.D.
Departamento de Paleontología de Vertebrados, Museo de Historia Natural, UNMSM, Lima – Perú
Investigador Asociado, Division of Paleontology, American Museum of Natural History, NY – USA
Miembro de la SSH
Ese Mausan es puro choro