¿Es posible que hace más de 50 años alguien escribiera un libro sobre colonizar Marte a través de un hombre llamado Elon? En 1948 el ingeniero aeroespacial Wernher von Braun escribió el relato más influyente sobre la planificación de misiones humanas a Marte. Elon Musk no había nacido.
El ingeniero alemán, nacionalizado estadounidense en 1955 para poder entrar en la NASA, está considerado uno de los más importantes diseñadores de cohetes del siglo XX, además de ser el jefe de diseño del mítico V-2 y Saturn V, el mismo que llevó al hombre a la Luna. Incluso muchos de los diseños actuales de los sistemas capaces de ponerse en órbita parten de su trabajo.
Antes de Project Mars
Mientras trabajaba en el programa Apolo, el ingeniero tenía entre ceja y ceja otro proyecto. Wernher siempre dijo que sabía que tras la llegada del hombre a la Luna la carrera espacial pasaría a un segundo plano. Pero él, como genio que fue, ya ideaba un plan para llegar a Marte.
Esa idea se convirtió en el libro Project Mars: A Technical Tale. Un relato de ciencia ficción sobre una misión tripulada a Marte basado en diagramas y cálculos completos de ingeniería que incluyó en un apéndice al escrito.
Es curioso, en un principio la novela no fue publicada, pero el apéndice fue la base de una conferencia que von Braun dio en el primer simposio sobre un vuelo espacial sostenido en el planetario de Hayden en Nueva York (1951). Poco después, el apéndice se publicaba en una edición especial de la revista alemana de vuelo espacial Weltraumfahrt. A finales del mismo año se publicaba el libro en Alemania como Das Marsprojekt y en Estados Unidos en 1953.
Una obra de referencia
La novela se inspiró en las grandes expediciones antárticas que estaban teniendo lugar en la época. El ingeniero creía que los exploradores en Marte se enfrentarían a problemas similares. Además, también acabó siendo un libro muy técnico. Una epopeya que implicaba una flota de diez naves espaciales con 70 miembros de la tripulación que pasarían 443 días en la superficie de Marte antes de volver a la tierra.
Una gran nave espacial, siete de pasajeros y tres de carga, se montarían en órbita terrestre utilizando materiales suministrados por los transbordadores espaciales reutilizables. La flota haría uso de un propulsor de ácido nítrico/ hidrazina que, aunque corrosivo y tóxico, podría almacenarse sin refrigeración durante los tres años que duraría la misión.
Von Braun calculó el tamaño y peso de cada barco y cuánto combustible requeriría cada uno de ellos para el viaje de ida y vuelta. Las órbitas de transferencia de Hohmann se utilizarían para moverse de la órbita de la Tierra a Marte.
Una vez en la órbita de Marte, la tripulación utilizaría telescopios para encontrar un sitio adecuado para el campamento base. Una pequeña nave tripulada se desprendería de una principal en órbita y se «deslizaría hacia uno de los polos de Marte y usaría esquís para aterrizar sobre el hielo».
En este punto, la tripulación recorrería la zona con rastreadores hasta identificar el enclave más adecuado para construir una pista de aterrizaje. El resto del equipo de tierra descendería de la órbita a la pista de aterrizaje en planeadores. Los planeadores también servirían como nave de ascenso para devolver a la tripulación a las naves al final de la misión terrestre.
La ¿profecía?
En el siguiente pasaje del libro podemos leer lo siguiente:
Una vez instalados, se creó un gobierno marciano dirigido por diez hombres, cuyo líder fue elegido por sufragio universal durante cinco años bajo el nombre o título de Elon. Dos casas del Parlamento promulgaron las leyes que administrarían tanto el Elon como su gabinete.
La Cámara Alta fue denominada como el Consejo de los Ancianos y se limitó a nombrar a unas 60 personas, cada una de las cuales fue nombrada de por vida por el Elon como vacantes en caso de muerte.”
Por tanto y como vemos, Wernher von Braun imaginó un futuro donde colonizaríamos Marte bajo las órdenes de Elon, título o nombre que se le daba al encargado de gobernar el planeta. Desde luego, estamos ante una tremenda coincidencia con el personaje de Elon Musk.
¿Por qué Elon? El nombre significa «roble» en hebreo. También era el nombre de uno de los jueces de los israelitas en el Antiguo Testamento. A no ser que la madre de Musk haya tenido algún lazo que desconocemos con el ingeniero, Project Mars es una de esas fascinantes coincidencias que se dan muy de vez en cuando. Y quién sabe, quizás acabe siendo una maravillosa profecía.
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