En una de las regiones más inhóspitas del planeta, un grupo internacional de investigadores ha encontrado evidencia de un proceso biológico que hasta ahora se creía imposible: bacterias capaces de fijar nitrógeno bajo el hielo marino del océano Ártico. Este hallazgo, descrito por los científicos como un cambio de paradigma en la comprensión de la vida en ambientes extremos, podría alterar los modelos climáticos actuales y redefinir el papel del Ártico en el equilibrio del carbono global.
Un hallazgo que desafía las suposiciones científicas
Durante décadas, los científicos pensaron que la fijación de nitrógeno —el proceso por el cual algunos microorganismos convierten el nitrógeno atmosférico en compuestos aprovechables por otros seres vivos— era inviable bajo las capas heladas del océano Ártico. La escasez de luz, las bajas temperaturas y la falta de nutrientes parecían condiciones letales para estos procesos.
Sin embargo, el equipo liderado por Lisa W. von Friesen, de la Universidad de Copenhague, demostró que estas suposiciones eran incorrectas. En su estudio, los investigadores hallaron bacterias con la capacidad genética para fijar nitrógeno en 13 ubicaciones diferentes del Ártico central, incluyendo áreas bajo gruesas capas de hielo marino. Las muestras fueron recolectadas a bordo de los rompehielos RV Polarstern e IB Oden, y posteriormente analizadas en laboratorio para identificar la presencia de genes asociados a este proceso biológico esencial.
Microbios que prosperan sin luz
El estudio reveló que los microorganismos hallados no son cianobacterias, los organismos fotosintéticos más conocidos por realizar la fijación de nitrógeno en aguas tropicales. Se trata de otro grupo de bacterias conocidas como diazótrofos no cianobacterianos, capaces de subsistir sin depender de la luz solar. Su presencia bajo el hielo sugiere que existen ecosistemas microbianos activos y funcionales en condiciones que antes se consideraban incompatibles con la vida.

Según los investigadores, estos diminutos organismos se conocen oficialmente como “diazotróficos no cianobacterianos”. Estos microorganismos, principalmente bacterias y arqueas, pueden convertir el nitrógeno atmosférico en una forma utilizable, pero no realizan la fotosíntesis como las cianobacterias. Crédito de imagen: Hanna Farnelid et al
Los científicos observaron además que las tasas más altas de fijación de nitrógeno se concentraban en los bordes del hielo, en zonas donde este comienza a derretirse. Estos límites dinámicos parecen crear microambientes favorables que impulsan la actividad biológica y facilitan la disponibilidad de nutrientes esenciales.
Implicaciones ecológicas y climáticas
El descubrimiento tiene consecuencias directas para la comprensión del ciclo del nitrógeno y el carbono en el Ártico. Hasta ahora, los modelos climáticos asumían que las regiones bajo el hielo eran zonas de baja productividad biológica. Si la fijación de nitrógeno ocurre en estas áreas, podría existir una fuente de nutrientes no considerada previamente, capaz de sostener la proliferación de algas y, en consecuencia, de toda la cadena alimentaria marina.
Esto significaría que el océano Ártico podría absorber más dióxido de carbono del que se pensaba, ya que las algas marinas, al realizar la fotosíntesis, capturan este gas de la atmósfera. Aun así, los investigadores advierten que el impacto total de este proceso es incierto. Un aumento desmedido de la biomasa también podría alterar los equilibrios ecológicos, generar zonas de hipoxia o modificar la distribución de especies en la región.
Además, la continua reducción del hielo marino a causa del calentamiento global podría expandir las áreas donde ocurre la fijación de nitrógeno, transformando la productividad del océano Ártico y su papel como sumidero de carbono. Los científicos consideran que estos resultados obligan a revisar los modelos biogeoquímicos utilizados hasta ahora para estimar la capacidad del planeta de absorber gases de efecto invernadero.

Disminución del hielo marino y su posible impacto en las tasas de fijación de nitrógeno. Crédito de imagern: von Friesen et al., Commun. Earth Environ., 2025
Desafíos pendientes y nuevas preguntas
A pesar del entusiasmo que despierta este hallazgo, aún quedan numerosos interrogantes. La presencia de genes asociados a la fijación de nitrógeno no garantiza que el proceso ocurra de manera constante o significativa en todas las zonas bajo el hielo. Los investigadores señalan la necesidad de realizar mediciones directas y sostenidas en el tiempo para cuantificar la magnitud real del fenómeno.
Tampoco se comprende por completo cómo podrían influir otros factores, como la temperatura, la salinidad o la disponibilidad de luz, en la actividad de estas bacterias. El comportamiento futuro de estos ecosistemas dependerá, en gran parte, de cómo evolucione la cobertura de hielo marino y de las alteraciones que produzca el cambio climático en la dinámica del océano Ártico.
Por otro lado, el impacto en las redes tróficas podría ser profundo. Si la fijación de nitrógeno aumenta la disponibilidad de nutrientes, esto podría favorecer a las algas, los crustáceos y los peces pequeños, pero también modificar las interacciones ecológicas en formas difíciles de prever.

Mediciones de la fijación de nitrógeno en el océano Ártico a bordo del RV Polarstern. Crédito de imagen: Rebecca Duncan
Un nuevo paradigma para la vida en el Ártico
El estudio representa una nueva frontera en la biología polar. Demuestra que la vida no solo persiste, sino que también se adapta con ingenio en entornos que la ciencia consideraba imposibles. Según los autores, comprender este proceso es fundamental para entender cómo los ecosistemas marinos responden al cambio climático y cómo podrían influir en la regulación del clima global.
El hallazgo invita a replantear la visión del Ártico no como un desierto biológico, sino como un sistema más dinámico y resiliente de lo que se creía. En palabras de los investigadores, es una prueba de que la vida encuentra caminos incluso en los lugares más extremos del planeta, expandiendo los límites de lo posible y redefiniendo nuestra comprensión del equilibrio natural en un mundo en transformación.
Los hallazgos de la investigación titulada “Nitrogen fixation under declining Arctic sea ice” han sido publicados en Communications Earth & Environment.
Referencias: “Important phenomenon discovered in the Arctic – could boost marine life”, Universidad de Copenhague. (Fuente)
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Por: CodigoOculto.com










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