Un incidente muy extraño ha ocurrido con la sonda Voyager 1: NASA perdió contacto durante casi una semana luego de que un fallo técnico apagara el transmisor principal. Sin embargo, un transmisor retro, no utilizado desde 1981, empezó a funcionar.
La NASA perdió el contacto con la nave interestelar Voyager 1 durante casi una semana después de que un fallo técnico apagara el transmisor principal de la sonda. Gracias al débil transmisor de reserva de la Voyager, los ingenieros están evaluando el problema a 24.000 millones de kilómetros de distancia.
Los científicos perdieron el contacto con la sonda interestelar Voyager 1 entre el 19 y el 24 de octubre, después de que un fallo técnico obligara a apagar el radiotransmisor principal de la nave espacial, según escribieron los responsables de la NASA en una entrada de su blog. Desde entonces, los ingenieros han establecido contacto con el débil transmisor de reserva de la Voyager 1, que no se ha utilizado desde 1981, mientras evalúan la situación.
Los funcionarios de NASA escribieron en el blog:
“El apagado del transmisor parece haber sido provocado por el sistema de protección contra fallos de la nave espacial, que responde de forma autónoma a los problemas de a bordo.
Por ejemplo, si la nave sobrecarga su fuente de alimentación, la protección contra fallos conservará la energía apagando los sistemas que no son esenciales para mantener la nave en vuelo”.
Una vez restablecida la comunicación, el problema subyacente podría tardar varios días o semanas en identificarse.
Tecnología interestelar
Comunicarse con la Voyager 1 y su nave gemela, la Voyager 2, no es sencillo. La Voyager 1, que se encuentra actualmente a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, es el objeto artificial más distante del universo. Los comandos enviados desde la Tierra tardan 23 horas en llegar a la nave espacial en su posición actual más allá del borde del sistema solar, y las respuestas de la Voyager 1 tardan otras 23 horas en volver a la Tierra.
Según la NASA, la actual interrupción de las comunicaciones comenzó el 16 de octubre, después de que los ingenieros enviaran a la Voyager 1 una orden para encender uno de sus calentadores. Aunque la nave debería haber tenido suficiente energía para ejecutar este comando, la orden activó el sistema de protección contra fallos de la Voyager 1.
Dos días más tarde, cuando los ingenieros de la NASA buscaron la respuesta de la Voyager 1 con la Deep Space Network -una red mundial de antenas de radio utilizadas para apoyar las misiones interplanetarias- no pudieron detectar la señal de la nave. Finalmente, el equipo encontró la señal de la Voyager 1 ese mismo día. Sin embargo, al día siguiente (19 de octubre), la comunicación con la Voyager “pareció detenerse por completo”, según la NASA.
Los ingenieros sospechan que, durante este periodo, el sistema de protección contra fallos de la Voyager 1 se activó dos veces más. Esto obligó a la nave espacial a apagar su transmisor principal de radio de banda X y cambiar a su transmisor de reserva de banda S, que utiliza una frecuencia diferente y es “significativamente más débil” que el transmisor principal, según la NASA.
La agencia agregó:
“Aunque la banda S consume menos energía, la Voyager 1 no la había utilizado para comunicarse con la Tierra desde 1981”.
Escucha el sonido captado por la sonda Voyager en el espacio interestelar
El 22 de octubre, los ingenieros enviaron un comando para confirmar que la nave espacial estaba utilizando efectivamente su transmisor de banda S de reserva. El equipo logró restablecer el contacto con la Voyager 1 dos días después. Los ingenieros de la NASA trabajan ahora para diagnosticar el problema que activó el sistema de protección contra fallos de la Voyager 1 y restablecer su funcionamiento normal.
Las Voyager 1 y 2 se lanzaron en 1977. Siguen siendo las dos únicas naves espaciales que han pasado más allá de la heliósfera -la burbuja de partículas solares cargadas que envuelve nuestro sistema solar -, lo que las convierte en los primeros (y, de momento, únicos) vehículos interestelares de la humanidad. A medida que las naves espaciales envejecen y se alejan cada vez más de la Tierra, los problemas técnicos son cada vez más frecuentes. Hasta ahora, los científicos han conseguido solucionar estos problemas informáticos interestelares a miles de millones de kilómetros de distancia, manteniendo en funcionamiento las dos sondas Voyager.
[FT: LS]
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