Este 3 de octubre el Sol ha lanzado su más poderosa llamarada de las que se tiene registro en los últimos siete años. La eyección de masa coronal, lanzada directamente contra la Tierra, causará auroras impresionantes.

Una llamarada de potencia X9.0 estalló este 3 de octubre en pleno disco solar. Y lo que es aún más emocionante, vino acompañada de lo que se conoce como eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) en halo, es decir, eyectada directamente hacia la Tierra.

Se trata de la segunda erupción de clase X de octubre de 2024, ambas emitidas desde la misma región de manchas solares activas, y la más potente desde septiembre de 2017, cuando el Sol desató una erupción de clase X11.88.

Las erupciones solares son actualmente desenfrenadas porque el Sol está en el pico de su ciclo de actividad de 11 años, dejándolas salir diariamente desde principios de 2022. La mayoría de las erupciones son pequeñas explosiones, pero estamos viendo un aumento de las de clase X, la categoría más potente que podemos medir.

La más potente llamarada solar en los últimos siete años ha sido emitida en dirección a la Tierra. Crédito de imagen: NOAA

Entre las erupciones más potentes registradas

La X9.0 del 3 de octubre se encuentra entre las 20 erupciones más potentes de las que se tiene constancia.

Surgió de una región de manchas solares llamada AR 3842, que tiene una configuración magnética particularmente compleja denominada clasificación “Beta-Gamma-Delta”.

Las manchas solares son puntos del Sol en los que el campo magnético es temporalmente más intenso. También son magnéticamente desordenadas; las líneas de campo magnético de polaridad opuesta pueden enredarse, romperse y volver a conectarse. Esta reconexión desencadena un estallido de energía: una erupción solar.

Las regiones de manchas solares Beta-Gamma contienen zonas de polaridad opuesta que no se conectan fácilmente. Las deltas tienen polaridades opuestas aglomeradas en un espacio más pequeño, lo que aumenta las posibilidades de que toda la mancha se convierta en una región de actividad repetida e intensa. Esto es lo que estamos viendo ahora con AR 3842. El 1 de octubre lanzó una llamarada X7.1. Luego subió la apuesta con una X9.0.

No hay riesgo para nosotros pero puede interferir en las radiocomunicaciones

Las erupciones solares pueden ser perjudiciales para la Tierra. Aquí, en la superficie, estamos a salvo, ya que la radiación X y gamma no puede penetrar mucho en la atmósfera; pero el potente estallido de radiación puede interferir brevemente con los sistemas de radiocomunicaciones de alta frecuencia.
Los efectos más fuertes se sienten con una eyección de masa coronal. A menudo, aunque no siempre, se producen con las erupciones solares.

Expulsión de miles de millones de toneladas de partículas solares y campos magnéticos enmarañados que atraviesan el Sistema Solar, las CME pueden tardar varios días en llegar hasta nosotros, pero cuando lo hacen, las partículas interactúan con la magnetósfera de la Tierra para provocar una tormenta geomagnética, con varias consecuencias.

Crédito de imagen: SDO / NASA

Las corrientes eléctricas generadas en lo alto de la atmósfera pueden provocar fluctuaciones en la red eléctrica y, por ejemplo, puede ser necesario aplicar correcciones de tensión. Aumenta la resistencia de los satélites, lo que puede obligar a corregir su rumbo. Las comunicaciones por satélite y el GPS pueden verse perturbados.

Prepárense para las auroras

En el caso de una sola CME, aunque acompañe a una potente erupción, es poco probable que los efectos causen demasiados problemas, pero es probable que veamos auroras, hasta 50 grados de latitud.

Las auroras son causadas por partículas solares que chocan contra el campo magnético de la Tierra y son canalizadas y aceleradas a lo largo de las líneas del campo magnético hasta altas latitudes, donde son arrojadas a la atmósfera superior.

Llamarada solar de intensidad X9.0. Crédito de imagen: NOAA

Sus interacciones con las partículas de la atmósfera provocan su ionización, lo que hace que ésta brille con colores que varían en función de la proporción de elementos en la atmósfera. Es más o menos el mismo mecanismo que activa el neón de los fluorescentes, pero a una escala mucho mayor.

Ya estábamos en alerta de aurora por la llamarada X7.1 y la CME que la acompañó. Una CME halo es aquella que se dirige directamente a la Tierra; vamos a llevarnos la peor parte, y la NOAA prevé varios días de picos de aurora.

Algunas de las tormentas geomagnéticas más potentes son el resultado de una CME caníbal, en la que dos CME se liberan en una sucesión relativamente rápida, y la segunda supera y engulle a la primera para una afluencia gigante de partículas solares. Las dos CME que esperamos ahora se liberaron con días de diferencia, por lo que probablemente no veremos eso aquí.

Pero las condiciones para la aurora son fuertes, y lo seguirán siendo durante el fin de semana. Puede que sea el momento de planear alguna observación del cielo para captar uno de los espectáculos más gloriosos que ofrece nuestro planeta.

[FT: spaceweather / scialert]

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