De acuerdo a una nueva investigación, el aire en las altitudes de la atmósfera terrestre está repleto de organismos vivos, formas de vida extrañas y potencialmente peligrosas. Este descubrimiento cuestiona nuestra visión de la dispersión de los microbios y su relación con la salud humana.
Los hallazgos, realizados por un grupo internacional de especialistas en clima, salud y atmósfera con sede en Japón y España, han revelado que la atmósfera terrestre está poblada por una sorprendente variedad de bacterias, virus y hongos vivos.
Descubiertos a altitudes de entre 1.000 y 3.000 metros, los organismos incluían varios patógenos humanos potenciales, revelando su capacidad para viajar a grandes distancias y suscitando nuevas preocupaciones sobre su impacto en la salud y la propagación de enfermedades.
Amenazas en las alturas
En una nueva investigación pionera, los investigadores Xavier Rodó, Sofya Pozdniakova, Sílvia Borràs y Roger Curcoll se basaron en datos recogidos desde gran altura utilizando un avión fletado.
Según el estudio del equipo, “10 vuelos troposféricos sobre la capa límite planetaria en Japón (entre 1.000 m y 3.000 m sobre el nivel del mar) demuestran la presencia de bacterias y hongos viables perjudiciales para el ser humano”. Basándose en sus hallazgos, los investigadores creen que es posible el desplazamiento de tales organismos a distancias de hasta 2.000 km.
La investigación del equipo se basa en estudios anteriores que ya revelaron cómo el polvo y los microbios adheridos a él pueden recorrer grandes distancias. La nueva investigación revela aún más sobre la dispersión potencialmente amplia de organismos nocivos, investigando las alturas extremas que pueden alcanzar dichos organismos, así como calibrando su capacidad para sobrevivir a tales altitudes y a través de grandes distancias.
Las muestras de aire obtenidas por el equipo a gran altitud revelaron más de 266 géneros de hongos y 305 de bacterias. Entre las bacterias predominaban las Actinobacteria, Bacillota, Proteobacteria y Bacteroidetes, mientras que entre los hongos detectados predominaban los Ascomycota.
El estudio también reveló la detección de varias bacterias patógenas a tales altitudes, como Escherichia coli, Serratia marcescens y Staphylococcus epidermidis, entre otras.
Cabalgando el viento en la atmósfera terrestre
Otro hallazgo significativo se refiere a la movilidad de estos organismos, que a menudo se ven favorecidos por los fuertes vientos. Dada la presencia de bacterias resistentes a los antimicrobianos (ARB) en los organismos detectados, los hallazgos del equipo sugieren la posibilidad de una propagación patógena a grandes distancias, algunas de las cuales también pueden mostrar genes resistentes. Fundamentalmente, los hallazgos del equipo apuntan a un mecanismo no reconocido hasta ahora para la dispersión de microbios nocivos a través de grandes regiones de la Tierra.
Los análisis de ADN realizados por el equipo, que utilizaron para clasificar los microorganismos encontrados, revelaron que muchos de los agentes eran capaces de crecer en cultivo, lo que apunta aún más a su posible impacto en la salud humana a través de amplias zonas geográficas.
Resulta significativo que el origen de la mayoría de los organismos que el equipo identificó durante los vuelos de recogida aérea sobre partes de Japón se rastreara hasta China, lo que ayudó a confirmar que los vientos habían facilitado su propagación a través de distancias superiores a los 2.000 kilómetros.
El equipo escribe en su estudio:
“Se encontraron bacterias naturales resistentes a los antimicrobianos (ARB) cultivadas a partir de muestras de aire, lo que indica una propagación a larga distancia de las ARB y la viabilidad microbiana.
Esto representaría una forma novedosa de dispersar tanto patógenos humanos viables como genes de resistencia entre regiones geográficas distantes”.
Posibles problemas de salud pública
La investigación del equipo revela implicaciones potencialmente significativas, entre ellas nuevas preocupaciones de salud pública relacionadas con las nuevas formas en que los patógenos y los genes resistentes pueden ser capaces de propagarse, así como la forma en que podrían llegar a zonas muy alejadas de su punto de origen.
Además, es probable que los hallazgos del equipo impulsen nuevas investigaciones sobre los riesgos para la salud asociados a la dispersión microbiana a gran altitud, que hasta ahora se habían pasado por alto, así como sobre su potencial para influir en los brotes de enfermedades a escala mundial.
Los hallazgos de la investigación titulada “Microbial richness and air chemistry in aerosols above the PBL confirm 2,000-km long-distance transport of potential human pathogens” han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences el 9 de septiembre de 2024.
[FT: eurekalert]
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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