Un equipo de arqueólogos han descubierto lo que se cree que es el calendario más antiguo del mundo, y podría reescribir la historia del nacimiento de la civilización.
Grabado en un pilar de piedra de 12.000 años de antigüedad en el misterioso yacimiento turco de Göbekli Tepe, los expertos afirman que podría reescribir nuestra cronología de la civilización.
Midiendo el tiempo antes de lo que se creía
El sistema de cronología sugiere claramente que los antiguos humanos disponían de formas precisas de medir el tiempo 10.000 años antes de que se documentara en la antigua Grecia, en el 150 a. C.
Otro hallazgo que entusiasma a los investigadores es que los grabados representan el impacto de un cometa que provocó una miniepoca glacial durante 1.200 años, que acabó con los grandes animales e impulsó el desarrollo agrícola y las sociedades complejas.
Según los expertos, el acontecimiento conmemorado fue el momento decisivo que obligó a los antiguos pobladores a cambiar su estilo de vida de cazadores-recolectores por asentamientos más permanentes.
Göbekli Tepe poseía más conocimientos de los que se creía
El Dr. Martin Sweatman, de la Escuela de Ingeniería de la University of Edinburgh, que dirigió la investigación, dijo en un comunicado:
“Parece que los habitantes de Göbekli Tepe eran buenos observadores del cielo, lo cual era de esperar dado que su mundo había sido devastado por el impacto de un cometa.
Este acontecimiento podría haber desencadenado la civilización, iniciando una nueva religión y motivando el desarrollo de la agricultura para hacer frente al clima frío.
Posiblemente, sus intentos de registrar lo que vieron son los primeros pasos hacia el desarrollo de la escritura milenios más tarde”.
El yacimiento de Gobekli Tepe es la estructura artificial más antigua encontrada hasta ahora. Se construyó entre el 9.600 y el 8.200 a. C., más de 6.000 años antes que Stonehenge.
Estructura tallada era un calendario
El yacimiento presenta varios pilares de piedra y, tras un reciente análisis, los investigadores de la University of Edinburgh (Escocia) llegaron a la conclusión de que una de las estructuras estaba tallada para ser un calendario.
El pilar tenía una “V” que representaba un solo día, y el equipo descubrió que había 365 grabados. La estructura también incluía 12 meses lunares con 11 días adicionales.
El pilar estaba dividido en dos secciones con filas de símbolos en “V” en la parte superior y cajas de símbolos más pequeñas en la parte inferior, que muestra un pájaro que sostiene un disco circular sobre un escorpión.
Según el estudio, publicado en Time and Mind, el pilar presenta un disco que representa el sol y el escorpión es representativo de la constelación griega del Escorpión.
El equipo también identificó un pájaro alto que se inclina hacia una serpiente que se retuerce, lo que podría representar la constelación otoñal de Ofiuco.
El descubrimiento ha sugerido que la gente registraba las fechas utilizando la precesión, el bamboleo del eje de la Tierra que afecta al movimiento de las constelaciones a través del cielo.
Altera la historia conocida
Durante mucho tiempo se creyó que los antiguos griegos habían sido los primeros en utilizar este método en el año 150 a. C..
Pero el principal descubrimiento fue que los antiguos habitantes conmemoraron el impacto catastrófico de un cometa.
El equipo lleva mucho tiempo trabajando en el yacimiento y determinó en un estudio de 2021 que el cometa impactó hace unos 13.000 años, basándose en los altos niveles de platino y nanodiamantes que se forman durante las explosiones de alta energía de los cometas.
Este acontecimiento celeste se produce cuando la órbita de un cometa cruza la Tierra provocando la colisión de los objetos, lo que puede tener grandes e impactantes consecuencias.
Los investigadores compararon las tallas de los pilares con los símbolos hallados en otros artefactos antiguos para confirmar que el nuevo descubrimiento representaba un calendario solar y el impacto crucial de un cometa.
Entre ellos figuraba un disco celeste del segundo milenio a. C. en Alemania que mostraba el Sol, la Luna y las Pléyades -un cúmulo estelar en la constelación de Tauro- y que se cree que medía el solsticio de verano y de invierno.
Sin embargo, es el rasgo final en la parte inferior del disco el que mostraba una forma alargada y curva con líneas paralelas que podría haber representado un cometa, según el estudio.
Registros antiguos de la caída de un cometa
Los investigadores informaron de que las tallas más recientes mostraban símbolos similares de fragmentos de cometas que procedían de las constelaciones de Acuario y Piscis.
Los fragmentos del cometa se estrellaron contra la Tierra hace casi 13.000 años -alrededor del 10.850 a. C.- y acabaron con varias especies de animales de gran tamaño, lo que supuso el mayor impacto de un cometa desde el acontecimiento que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años.
Se cree que la eliminación de los animales desencadenó cambios agrícolas que crearon sociedades más complejas que dieron origen a los inicios de la civilización moderna en la media luna fértil, formada por los países conocidos hoy como Egipto, Irak y Líbano.
El equipo también descubrió un segundo pilar que representaba la corriente de meteoros de las Táuridas, que duró 27 días y se cree que fue la fuente de los fragmentos del cometa.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Time and Mind.
[FT: sci.news]
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