Una inscripción paleoárabe en una roca cercana a una mezquita abandonada de Arabia Saudí podría haber sido tallada por Hanzala Ibn Abi Amir, compañero del profeta islámico Mahoma, de acuerdo a un nuevo estudio.
Aunque se conocen muchas inscripciones de los primeros tiempos del Islam, su autoría sigue sin confirmarse, salvo en el caso de una de la región saudí de al-Bahah que puede atribuirse con seguridad al compañero de Mahoma, que más tarde se convirtió en gobernador de La Meca.
Segunda inscripción relacionada con Mahoma
La inscripción, que los investigadores analizan en un nuevo estudio publicado en el número de abril de la revista Journal of Near Eastern Studies, es sólo la segunda inscripción confirmada cuya atribución conecta con Mahoma. A diferencia del texto anterior, éste fue tallado a principios del siglo VII, antes de que el Islam llegara a dominar Arabia, lo que lo convierte en un importante testimonio del Hiyaz preislámico (la región donde se encuentra La Meca) y de los antecedentes religiosos del público del Corán.
Sin embargo, no todo el mundo está plenamente convencido de la identidad de los autores.
Según los investigadores, el hallazgo arroja luz sobre los primeros tiempos del Islam.
Ahmad Al-Jallad, profesor de estudios árabes de la The Ohio State University y coautor del estudio, dijo en un comunicado:
“Contrariamente a la creencia popular de que el islam nació a la luz de la historia, no sabemos mucho sobre el surgimiento del islam a partir de fuentes contemporáneas.
Ese periodo de tiempo está rodeado de misterio. Estas inscripciones proporcionan una base verificable para escribir una historia de este periodo basada en pruebas.”
Escritura paleoárabe
Yusef Bilin, un calígrafo turco que visitaba una antigua mezquita en la ciudad de Taif que se cree que fue construida por Alī b. Abī Ṭālib, el cuarto califa del Islam, notó dos inscripciones en una roca prominente a aproximadamente 100 metros de distancia. En 2021, lo puso en conocimiento de los autores del estudio.
Las inscripciones estaban escritas en escritura paleoárabe, que describe la fase preislámica tardía del alfabeto árabe. Los autores de las inscripciones superior e inferior se identificaron como Ḥanẓalah, hijo de ʿAbd-ʿAmr-w y Abd al-ʿUzzē, hijo de Sufyān.
El texto se traduce como:
“En tu nombre, nuestro Señor, soy Ḥanẓalah [hijo de] ʿAbd-ʿAmr-w, os exhorto (a vosotros) a ser piadosos hacia Dios”.
y:
“En tu nombre, nuestro Señor, soy ʿAbd al-ʿUzzē hijo de Sufyān, os exhorto (a vosotros) a ser piadosos hacia Dios”.
Compañero de Mahoma
Los autores estudiaron las biografías musulmanas tradicionales de Mahoma y los registros genealógicos de los árabes y descubrieron que la combinación de estos nombres era extremadamente rara. Una persona con el nombre de Ḥanẓalah, cuyo padre era ʿAbd-ʿAmr, encajaba en el perfil. Este personaje pertenecía a la tribu de los Aws, asentada en Yathrib (la actual Medina), y figura como compañero de Mahoma en la literatura islámica primitiva.
El uso del paleoárabe sitúa fácilmente estas inscripciones a finales del siglo VI o principios del VII y coincide con la cronología de Hanzalah, el compañero, que murió en la batalla de Uhud en el año 625 d. C. El nombre de la segunda persona, ʿAbd al-ʿUzzē, hace referencia a la diosa pagana árabe al-Uzza, lo que refuerza aún más la idea de que las inscripciones fueron realizadas por individuos que no eran seguidores de Mahoma, o al menos todavía no lo eran.
Estas observaciones llevaron a los investigadores a concluir que lo más probable es que Ḥanẓalah sea el mismo que se asocia con Mahoma y que grabara estas palabras mientras viajaba por Taif, posiblemente con alguien llamado ʿAbd al-ʿUzzē, antes de aceptar el islam.
Hythem Sidky, coautor del estudio y director ejecutivo de la International Quranic Studies Association de Washington, dijo en un comunicado:
“Es básicamente inconcebible que esta inscripción se hiciera después de que Mahoma comenzara su ministerio, porque la gente de Taif era extremadamente hostil hacia él, y es improbable que uno de sus seguidores fuera allí y dejara esta inscripción”.
Al-Jallad añadió que la pátina de la inscripción y los patrones de erosión indican que llevaba allí mucho tiempo, lo que descarta la posibilidad de que se trate de una falsificación moderna.
James Montgomery, profesor de Estudios Árabes y de Oriente Medio en la University of Cambridge que no participó en el estudio, dijo en un comunicado:
“El artículo es un trabajo académico impresionante. Es cuidadoso, meticuloso y circunspecto en el uso de las pruebas, y cada afirmación está debidamente fundamentada con referencia a todas las pruebas relevantes y disponibles”.
Aunque Montgomery cree que lo más probable es que la identificación sea exacta, se mostró agnóstico sobre la afirmación de que el Ḥanẓalah mencionado en la inscripción sea el mismo de la tradición islámica.
Montgomery agregó:
“Me gustaría reservarme el juicio hasta que tengamos dos inscripciones más que también satisfagan los estrictos criterios de datación que emplean los autores”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados Journal of Near Eastern Studies.
[FT: livescience]
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