¿Cómo llegó a existir el ser humano? Es una de las preguntas que el hombre lleva realizándose desde la antigüedad y en consecuencia cada cultura cuenta con una historia que da una explicación a esta pregunta y curiosamente en muchos de estos relatos es creado por otros seres: los dioses.
Precisamente este es el caso de la mitología que compartían los pueblos de la antigua Mesopotamia y en uno de los textos conservados, del cual se han encontrado varias copias en diferentes lugares, se narra como este proceso de creación llegó a tener lugar. Es en el poema acadio de Atrahasis donde se recoge este acontecimiento así como el de una catástrofe destinada a eliminar a los seres humanos del planeta tiempo después de su creación pues uno de los dioses cambió de idea.
Cuando los Anunnaki llegaron a la Tierra
La leyenda comienza mucho tiempo antes de que los seres humanos fueran creados aportándonos así los motivos de que los Anunnaki tomaran esta decisión. Explica que existían varios grupos de dioses en este panteón, los ya mencionados eran los más poderosos y los que dominaban al resto, entre ellos, los Igigi, unas deidades menores al servicio de las primeras que eran forzados constantemente a llevar a cabo labores pesadas y así trabajaron durante largos milenios en nuestro planeta hasta que llegó un momento en el que decidieron rebelarse.
Comienza la rebelión
Se formó una revuelta durante la noche y todos acudieron a la morada de uno de los Anunnaki principales, el dios Enlil quién al verse sitiado, mandó a su vez llamar a dos de las deidades más poderosas de su panteón: Anu, el principal líder de este grupo y Enki, quién estaría por convertirse en el padre de la humanidad.
Tuvieron que decidir cómo sofocar tal revuelta y contemplaron la posibilidad de utilizar la fuerza pero Enki intercedió en favor de los Igigi después de entender sus motivos y propuso una alternativa: crear a otro ser que pudiera hacerse cargo de las fatigosas labores y con este servicial propósito comenzó el plan que desembocaría en la creación de los seres humanos.
La creación de un nuevo ser
El proceso no era fácil pero se resolvió sacrificar a un dios para emplear su carne y su sangre, componentes que habrían de ser mezclados con arcilla, ya que con ello, darían alma a este nuevo ser. Una mezcla sobre la que también escupieron posteriormente otras deidades y que la diosa Nintu amasó con avidez y separó catorce pedazos dejando siete de ellos a un lado y siete a otro, es decir, mitad varones y mitad mujeres, que se incubaron en unas matrices que se habían montado para ello. Tras 10 meses, habían creado a siete parejas humanas y los Anunnaki estaban orgullosos de su labor.
Los hombres se hicieron cargo de los trabajos que los dioses no querían hacer y les servían bien pero sucedió algo que los Anunnaki no habían contemplado y es que se reproducían con velocidad, creciendo notablemente su población. Habían pasado 1.200 cuando Enlil decidió tomar medidas alegando que hacían demasiado ruido y durante el transcurso de varios milenios provocó diferentes desastres para conseguir su objetivo. Primeramente tomó la decisión de mandar una epidemia que redujera su número, después una sequía y finalmente una hambruna.
Todos sus esfuerzos no dieron los resultados esperados debido a que el protagonista del relato, Atrahasis, acudía a Enki en busca de una solución y éste, le aconsejó lo que los seres humanos debían de hacer para aplacar la ira de los dioses que mandaban las enfermedades o hacían que no lloviera.
Desaparecer bajo las aguas
Finalmente Enlil, enfurecido, tomó la extrema decisión de erradicar a toda la humanidad creando el diluvio universal y haciendo jurar a todos los dioses que no intercederían. Enki no quería ser partícipe de la destrucción que estaba por tener lugar pero fue obligado a obedecer si bien, se le ocurrió una forma de advertir a un ser humano sin romper el juramento.
Así que fue a la cabaña del sabio Atrahasis y le habló a la pared para no tener que decírselo al hombre directamente advirtiéndole de la inminente catástrofe y dándole las directrices para que construyera un barco en el que poder salvar a su familia.
Algo que no habían calculado
Cuando el diluvio anegó la tierra, los Anunnaki se lamentaron ya que fue mayor de lo que habían calculado y debido a que los hombres ya no estaban ahí para servirles comenzaron a pasar hambre si bien, cuando la catástrofe hubo concluido lo primero que hizo Atrahasis fue ofrecerles un sacrificio al que los dioses acudieron fanáticamente, revoloteando como moscas y descubriéndose con ello que la especie humana había sobrevivido de nuevo pese a la voluntad de Enlil quien enfurecido pidió cuentas a Enlil y en esta conversación se llegó al acuerdo de tomar medidas menos drásticas para asegurarse de que la población humana no creciera de nuevo de la forma en que lo había hecho anteriormente por lo que se decidió intervenir para que no todos los embarazos llegaran a buen término.
Ingeniería genética
Algunas leyendas antiguas refieren que los seres humanos fueron creados por los dioses sin embargo, en este relato encontramos detalles muy interesantes que, vistos en la actualidad, podrían sugerir que se estaba describiendo un proceso de ingeniería genética utilizando su propio material, que obtuvieron con el sacrificio de una de estas deidades y con la saliva de algunos Anunnaki y que también parece indicar que pudo tener lugar una incubación en matrices artificiales.
Este relato no sólo nos habla de cómo tuvo lugar la creación de los seres humanos, sino que también nos refiere los obstáculos que tuvimos que superar para poder continuar con nuestra existencia en contra de la voluntad de algunos dioses.
Otro interesante relato de estas culturas trata sobre Adapa uno de los primeros hombres creados por los Anunnaki, nuestra compañera Sonia Gupta de AEnigma estudia esta leyenda en detalle en el siguiente vídeo:
Fuente: Poema de Atrahasis según se relata en: Manuscrito de Kasap – Aya y tablillas K-7109, K-3339, K7816 y Ni 2552
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