Los astrónomos que buscan vida en planetas distantes han encontrado un nuevo objetivo y este es un raro resplandor observado en el cosmos.
Las duras erupciones de radiación ultravioleta de los soles rojos, que alguna vez se pensó que destruían la vida en la superficie de los planetas, podrían ayudar a descubrir biosferas ocultas. Su radiación podría desencadenar un resplandor protector de la vida en exoplanetas llamada biofluorescencia, según una nueva investigación de la Cornell University.
Jack O’Malley-James, investigador del Instituto Carl Sagan de Cornell y autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
Esta es una forma completamente nueva de buscar vida en el universo. Imagínense un mundo alienígena brillando suavemente en un poderoso telescopio”.
Lisa Kaltenegger, profesora asociada de astronomía y directora del Instituto Carl Sagan y coautora del estudio, dijo:
En la Tierra, hay algunos corales submarinos que usan biofluorescencia para convertir la dañina radiación ultravioleta del sol en inofensivas longitudes de onda visibles, creando un hermoso resplandor. Tal vez esas formas de vida también puedan existir en otros mundos, dejándonos una señal reveladora para detectarlas”.
Biofluorescencia en exoplanetas
Los astrónomos generalmente están de acuerdo en que una gran fracción de exoplanetas, planetas más allá de nuestro sistema solar, residen en la zona habitable de las estrellas tipo M, los tipos de estrellas más abundantes en el universo. Las estrellas de tipo M con frecuencia brillan, y cuando esas llamaradas ultravioletas golpean sus planetas, la biofluorescencia podría pintar estos mundos en hermosos colores. La próxima generación de telescopios terrestres o espaciales puede detectar los exoplanetas brillantes, si existen en el cosmos.
Los rayos ultravioleta pueden absorberse en longitudes de onda más largas y seguras a través de un proceso llamado «biofluorescencia fotoprotectora», y ese mecanismo deja un signo específico que los astrónomos pueden buscar.
Kaltenegger agregó:
Tal biofluorescencia podría exponer biosferas ocultas en nuevos mundos a través de su brillo temporal, cuando una llamarada de una estrella golpea el planeta”.
Los astrónomos utilizaron características de emisión de pigmentos fluorescentes de coral comunes de la Tierra para crear espectros y colores modelo para planetas que orbitan estrellas M activas para imitar la fuerza de la señal y si podría detectarse de por vida.
Mundos potencialmente habitables
En 2016, los astrónomos encontraron un exoplaneta rocoso llamado Proxima b, un mundo potencialmente habitable que orbita la estrella M activa Proxima Centauri, la estrella más allá del Sol, que podría calificarse como objetivo. Proxima b es también uno de los destinos de viaje de futuro lejano más óptimos.
O’Malley-James agregó:
Estos tipos bióticos de exoplanetas son muy buenos objetivos en nuestra búsqueda de exoplanetas, y estas maravillas luminiscentes se encuentran entre nuestras mejores apuestas para encontrar vida en los exoplanetas”.
Los telescopios terrestres grandes que se están desarrollando ahora durante 10 a 20 años en el futuro pueden detectar este resplandor.
Kaltenegger agregó:
Es un gran objetivo para la próxima generación de grandes telescopios, que pueden captar suficiente luz de pequeños planetas para analizar signos de vida, como el Extremely Large Telescope en Chile”.
El estudio científico ha sido publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Fuente: Cornell University
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